Sebastián Sosa: el posible destino tras su desvinculación de Vélez
El arquero uruguayo debe afrontar su situación judicial antes de sumarse a algún club.
Tras su desvinculación de Vélez, el arquero Sebastián Sosa podría tener nuevo destino en el modesto Miramar Misiones, de la Primera División de Uruguay y último club del entrenador Ricardo Caruso Lombardi.
Esta institución, que recientemente contrató a Caruso Lombardi como entrenador, confirmó que, “siempre y cuando no haya problemas legales”, contarán con los servicios del ex arquero del Vélez, Independiente, Boca y Peñarol, entre otros.
No obstante, desde el entorno de Sosa aseguraron que, aunque hubo un ofrecimiento formal, aún no se concretó ningún acuerdo.
La situación judicial de Sebastián Sosa es compleja debido a una denuncia por abuso sexual que involucra a él y a tres excompañeros del plantel de Vélez.
Actualmente, Sosa está imputado como partícipe secundario en la causa y goza de libertad condicional con restricciones que le impiden salir del país sin autorización judicial. Estas medidas incluyen la obligación de fijar domicilio y viajar a la Provincia de Tucumán cada dos semanas, lo que complica su situación para aceptar ofertas fuera del país.
El contrato de Sosa con Vélez fue rescindido, aunque originalmente estaba vigente hasta diciembre de 2025. Desde que surgió la denuncia, tanto su contrato como el de los otros implicados se mantuvieron suspendidos.
Miramar Misiones mostró interés en contratarlo pero cualquier posible fichaje está sujeto a la resolución de sus problemas legales. La decisión final dependerá de la capacidad del club y del jugador para cumplir con las restricciones impuestas por la justicia argentina.
Los problemas de Caruso Lombardi
Miramar Misiones también estuvo en el centro de otra controversia debido a la breve y polémica gestión de Ricardo Caruso Lombardi como su director técnico.
El DT estuvo bajo contrato desde principios de abril pero se retiró del cargo un mes después tras un incidente con el árbitro Javier Feres, al que insultó racialmente tras una derrota en tiempo de descuento.
Este incidente llevó a la denuncia del gremio de árbitros y una citación ante el Tribunal de Ética de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).