Un día como hoy, pero 10 años atrás, la Selección argentina eliminaba por penales a su par de Países Bajos y se metía en la final del Mundial de Brasil 2014.

Aquella noche en San Pablo, ante casi 50 mil personas, se dio uno de los partidos más cerrados y al mismo tiempo emocionantes del Mundial que se celebró en tierras cariocas.

Argentina, dirigida por Alejandro Sabella y capitaneada por Lionel Messi, llegaba a sus primeras semifinales mundialistas en 24 años luego de avanzar en la fase de grupos con puntaje ideal y de eliminar a Suiza sobre la hora en los octavos de final y a Bélgica en cuartos.

Pese a haber ganado todos sus encuentros, no le sobraba nada y había vencido a todos sus rivales por la mínima.

Países Bajos, por su parte, quería tomarse revancha de lo ocurrido hacía cuatro años, cuando perdieron la final de Sudáfrica 2010 ante España. En la fase de grupos golearon a los españoles 5-1, luego superaron 3-2 a Australia y a 2-0 a Chile. En los octavos de final dejaron en el camino a México, dando vuelta la eliminatoria sobre la hora, y en cuartos de final vencieron a la sorprendente Costa Rica por penales.

En aquel partido ante los “Ticos” se dio la particularidad de que el DT de la “Naranja”, Louis Van Gaal, sacó al arquero titular Jasper Cillessen para meter al suplente Tim Krul, quien adivinó el lugar al que fueron los cinco remates desde el punto del penal de los costarricenses y atajó dos de ellos.

El desarrollo del partido

El encuentro fue una verdadera partida de ajedrez, con ambas selecciones cuidando muchísimo cada posesión y sin dejar espacios para sus rivales.

La jugada más clara del partido se dio sobre el final, cuando el delantero neerlandés Arjen Robben había quedado mano a mano con Sergio Romero a los 90 minutos.

Fue allí cuando Javier Mascherano salvó a la Selección argentina con un cruce histórico para tapar el disparo de Robben que tenía destino seguro de gol.

“Hoy te convertís en héroe”

Fue la frase más recordada de aquel partido y, tal vez, de todo el Mundial. Se la dijo “El Jefecito” Mascherano, que había redondeado un partidazo, a Romero antes de los penales.

Y vaya que tuvo efecto: “Chiquito” atajó dos penales de los cuatro que le tiraron, se convirtió en héroe y llevó a la Selección a su primera final desde Italia 1990.

Los penales

Pese a todas las especulaciones que hubo al respecto, Van Gaal no repitió el cambio de arqueros que hizo ante Costa Rica.

Los encargados de patear fueron los neerlandeses y “Chiquito” Romero le atajó el disparo al defensor Ron Vlaar. Aquella jugada tuvo la particularidad de que luego de la tapada del arquero, la pelota picó con efecto inverso, volvió hacia el arco argentino y milagrosamente se frenó en la línea.

¿Qué hubiese pasado si entraba? En realidad nada, porque Vlaar la había rozado con el hombro y fue por esto (además del efecto), que la pelota había tomado aquella dirección.

Luego fue el turno de Messi, que pateó con muchísima tranquilidad a la derecha de Cillessen, que se tiró hacia el otro lado.

La muerte súbita continuó con la muy buena ejecución de Robben y el penal del defensor argentino Ezequiel Garay, que le reventó el arco a Cillessen con un remate potentísimo, fuerte y al medio.

En el tercer turno de los neerlandeses apareció nuevamente Romero, con una atajada impresionante sobre Wesley Sneijder.

La hora de la verdad llegó luego de los goles del neerlandés Dirk Kuyt y de Sergio Agüero, cuando fue el turno de Maxi Rodríguez.

“La Fiera”, visiblemente emocionado, le pegó tan fuerte que pese a que Cillessen adivinó al quedarse parado no pudo contener el remate que puso a la Argentina en una nueva final del mundo luego del 4-2 en la "muerte súbita".

“Estaba cagado, por eso pateé al medio”, confesó Rodríguez tiempo después.

Finalmente, la Selección argentina no pudo obtener su tercera estrella (algo que sí ocurrió ocho años y medio después en Qatar) ya que cayó en la final frente a Alemania, en tiempo suplementario, aquel gol de Mario Gotze que todavía duele.

Los neerlandeses, por su parte, golearon a Brasil y se quedaron con la medalla de bronce.