Rafael Nadal mostró un dominio pocas veces visto en el polvo de ladrillo. Multicampeón de todo torneo que jugó en aquella superficie, muy pocos jugadores se pudieron dar el gusto de superarlo en su “hábitat natural”.

14 títulos en Roland Garros, 11 en Montecarlo, 3 en Madrid (había ganado el torneo también en 2005, pero en cancha rápida), 10 en Roma y 12 en Barcelona como hitos más destacados. Pero la estadística no termina ahí, ya que se coronó campeón más de 60 veces en polvo de ladrillo.

Es por esto que varios tenistas y ex tenistas intentaron explicar cómo consiguió este dominio.

El español Alex Corretja, ex N°2 del mundo y finalista de Roland Garros en dos ocasiones, en una entrevista destacó la potencia y los efectos de los golpes del mallorquín. “Juega con mucha fuerza, mucho efecto, mucha parábola, comete pocos errores ya que golpea con mucho margen de error. Además, tiene muy buen passing, cuando le suben a volear es capaz de poner la bola a los pies”, explicó.

Y continuó con su análisis: “Su derecha tiene un peso fuera de lo común. Abre mucho la pista y ha mejorado la paralela. Su revés cuando está bien apoyado abre también muy bien la pista y después es capaz de cambiar muy bien a las paralelas”.

Otro ex tenista español, Tomás Carbonell (campeón de Roland Garros en dobles mixto en 2001), destacó hace unos años la devolución de Nadal: “Rafa resta muy lejos. Comienza la jugada con una pelota bastante alta y eso es incómodo para los jugadores que juegan rápido ya que neutraliza los golpes directos frente a él”.

Además, ambos coinciden en que la paciencia y el físico del 22 veces campeón de Grand Slam es un factor fundamental: “Sobre tierra se necesita tener mucha paciencia. Rafa es un genio en eso”, dijo Corretja, mientras que Carbonell añadió: “Rafa es, sino el más fuerte, de los más fuertes mentalmente de la historia y también físicamente”.

Por otra parte, Virginia Ruano, la española que ganó todo en dobles junto a la argentina Paola Suárez, expresó que “Nadal se ha criado en tierra. Es su superficie y luego, a lo largo de su carrera, ha ido adaptando su juego a otras superficies. Además de que tiene una fuerza mental que ningún otro tenista posee”.

Otro aspecto que destaca es el top spin en los golpes de Nadal: “Le gusta que la pelota salte y muy alto. Que esté viva. De esta forma y, ya que la tierra es más lenta, le da tiempo a llegar a todas las bolas. Que el torneo sea al nivel del mar también le ayuda porque al haber mayor densidad del aire, la velocidad de la pelota se ralentiza”.

De estas tres perspectivas se pueden sacar varios puntos en común sobre el porqué del dominio de “Rafa” en el polvo de ladrillo: primero que nada, la paciencia para trabajar los puntos, su impresionante fortaleza física, que le permite llegar a casi todas las pelotas en esta superficie, y el efecto en sus golpes, que obliga al rival a jugar muy incómodo debido a la altura de los piques y la profundidad que consigue el manacorí.

Estos aspectos fueron los que le permitieron a Nadal dominar en polvo de ladrillo a jugadores como Roger Federer y Novak Djokovic, considerados de los mejores de la historia, a quienes derrotó en infinidad de finales en su superficie favorita.