El defensor chileno Paulo Díaz jurará a la bandera esta tarde y oficialmente se convertirá en ciudadano argentino para liberar cupo de extranjeros en River para el resto del semestre en donde disputará la Liga Profesional y la Copa Libertadores.

Este evento es significativo tanto para el jugador como para el club, ya que al obtener la ciudadanía, River liberará uno de los seis cupos de extranjeros permitidos por la AFA. Esta liberación de cupo es crucial para el equipo, que busca optimizar su alineación y estrategias.

Las gestiones para la ciudadanía de Díaz comenzaron en abril. Desde entonces, el club trabajó arduamente para asegurarse de que todo el proceso se completara sin inconvenientes.

La residencia ininterrumpida de dos años en Argentina era un requisito fundamental que Díaz cumplía, ya que está en el país desde 2019. Además, el central chileno decidió rechazar una oferta millonaria del Al Qadsiah árabe para quedarse en River y renovar su contrato, demostrando su compromiso con el club.

Con la obtención de la ciudadanía por parte de Díaz, los otros jugadores extranjeros del equipo, como Agustín Sant'Anna, Sebastián Boselli, Nicolás Fonseca, Miguel Borja y Adam Bareiro, podrán estar en la nómina sin problemas. Esto es particularmente importante dado el reinicio del torneo, en el que la presencia de Díaz ya estaba en duda debido a la lesión del lateral derecho.

En los últimos tiempos, no es raro ver a los jugadores extranjeros de River optando por la doble ciudadanía debido a su prolongada estadía y buen rendimiento en el club. Jugadores como Nicolás de la Cruz, Rodrigo Mora, Carlos Sánchez y Camilo Mayada ya han pasado por este proceso, demostrando la integración y compromiso de los futbolistas con el equipo y el país.

La situación de Paulo Díaz es especial. Su importancia para River es incuestionable, tanto dentro como fuera de la cancha. Su liderazgo y capacidad defensiva han sido fundamentales para el equipo. Además, la renovación de su contrato, que incluye una cláusula elevada de 8 a 10 millones de dólares, lo convierte en el futbolista mejor pagado de Argentina, subrayando su valor para el club.

La reciente negociación que resultó en la renovación de su contrato también incluyó una compensación financiera. En caso de que River hubiera aceptado transferirlo, el club habría tenido que reconocerle un millón de dólares, según lo acordado en el contrato de compra del 70% de sus derechos económicos al Al Ahli en julio de 2019.