Tras un frustrado paso por Rusia en el Mundial de 2018, la Selección argentina llega con la ilusión renovada a Qatar 2022 y le sobran razones: el año pasado cortó la racha de 28 años sin ganar títulos cuando obtuvo la Copa América al derrotar a Brasil nada más y nada menos que en el estadio Maracaná, tiene un invicto de 35 partidos y además goleó por 3 a 0 a Italia en la Finalissima, para alzarse con otra Copa.

La última vez que los dirigidos por Lionel Scaloni perdieron un partido fue en la semifinal de la Copa América 2019, en un encuentro más que polémico donde Brasil se impuso por 2 a 0, y está a solo dos encuentros de igualar la mayor racha de la historia, que está en posesión de Italia (entre 2018 y 2021).

Con la figura de Messi como emblema, el director técnico logró potenciar el rendimiento de jugadores históricos como Nicolás Otamendi y Ángel Di María, además de apostar en el once inicial por otros que terminaron respondiendo de manera excelente, como Dibu Martínez, Rodrigo De Paul, Cristian "Cuti" Romero, Nahuel Molina Lucero y Lautaro Martínez, quien prácticamente no había sido tenido en cuenta por Jorge Sampaoli.

Lionel Messi y Lionel Scaloni, los dos pilares de la Selección argentina.

En el Mundial de Qatar 2022, la Selección irá en busca de su tercera conquista luego de las consagraciones de 1978 en la Argentina, y en 1986 en México.

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Las dos veces que alcanzó la gloria

Argentina 1978: con César Luis Menotti como director técnico, la Selección llegaba al 11° Mundial sin tener actuaciones destacadas a excepción del segundo puesto conseguido en Uruguay 1930, cuando cayó por 4 a 2 frente al elenco local en la final.

Pero, este equipo que contaba principalmente con la seguridad de Ubaldo “Pato” Fillol bajo los tres palos, la categoría de Daniel Passarella en la defensa y la contundencia del “Matador” Mario Alberto Kempes en el ataque quería cortar con esas flojas actuaciones y darle una alegría a su pueblo.

En la fase de grupos avanzó como segundo producto de los triunfos frente a Hungría y Francia (2 a 1 en ambas ocasiones) y la derrota ante a Italia (1 a 0).

Ya en la segunda fase, comenzó con una victoria por 2 a 0 frente a Polonia (uno de los rivales que tendrá en Qatar 2022) y una igualdad sin goles ante Brasil. En el último partido de aquella instancia se debía medir con Perú con la obligación de ganar por cuatro goles o más para avanzar a la final y consiguió un increíble triunfo por 6 a 0 que siempre estará rodeado de dudas por un posible acuerdo entre ambas selecciones.

En el partido decisivo esperaba Países Bajos que, pese a no contar con su principal figura, Johan Kruyff, se había impuesto en un durísimo grupo que compartía con Alemania, Italia y Austria. En ese encuentro, Mario Alberto Kempes abrió el marcador a los 38 minutos del primer tiempo, mientras que, previamente, Fillol le había atajado un remate increíble a Johnny Rep. Cuando parecía que la Argentina se aseguraba su primera estrella, llegó un cabezazo de Dick Nanninga, quien había ingresado en el segundo tiempo, para anotar el 1 a 1 a los 37 de la segunda parte.

Mario Alberto Kempes fue la figura y goleador de aquel Mundial.

A los 45 minutos del complemento legó uno de los momentos más dramáticos para la historia del fútbol argentino. Finalizando el tiempo reglamentario, el delantero Rob Rensenbrink picó al vacío luego de un pase en profundidad, pero Fillol apareció de nuevo para tocar la pelota que llevaba destino de gol y que termine impactando en el palo derecho.

De esta manera, la final se fue al tiempo suplementario, donde la Selección argentina se consagró por primera vez luego del 2 a 1 de Mario Alberto Kempes a los 105 minutos y del 3 a 1 de Daniel Bertoni para liquidar el partido a los 115´. 

México 1986: luego de una floja actuación en España 1982, la Selección argentina llegaba al Mundial de México con un Diego Armando Maradona en la cúspide de su nivel.

Y vaya si El Diez cumplió: anotó cinco goles, entregó otras cinco asistencias, jugó todos los minutos de los siete partidos y fue protagonista de actuaciones que quedarán en la memoria de los argentinos para toda la historia.

El primero de ellos fue en los cuartos de final ante Inglaterra. La Argentina había accedido a dicha instancia luego de avanzar como primera en la fase de grupos (3 a 1 a Corea del Sur, 1 a 1 frente a Italia y 2 a 0 ante Bulgaria) y de superar 1 a 0 a Uruguay en los octavos de final. Ya entre los ocho mejores, Maradona firmó una de las mejores actuaciones individuales que se vio en la historia del fútbol. Abrió el marcador apenas comenzó el segundo tiempo con la recordada "Mano de Dios" y amplió la ventaja unos minutos después con el histórico gol en el que dejó en el camino a cinco jugadores, incluido el arquero Peter Shilton. Los ingleses lograron descontar gracias a Gary Lineker, pero no les alcanzó.

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El histórico José Luis “Tata” Brown recordó cómo estaba Maradona previo a aquel partido: “La noche anterior no dijo ni una palabra, ni una. Cenó y se encerró solo en su pieza. Esa noche no escuchó música, tampoco hizo chistes, no hizo nada. Pensamos que se sentía mal, yo lo observé todo el tiempo. A las dos de la mañana salió al balcón mirando a la nada, estaba pensativo. Me le acerqué y le pregunté: ‘ Diego, ¿Pasa algo?’. Solo me sonrió y me dijo: ‘¿Qué hacés despierto? Andá a dormir’. Pero me lo dijo con una sonrisa”, y agregó: “Al otro día en el partido fue el primero en estar listo y nos animó a todos. Nos dio arenga y aliento. Al salir al campo, iba pecho adelante y mirada en alto. No dijo una palabra, estaba serio, solo miraba a los ingleses. Cuando terminó el himno, se escuchó este grito: ‘Vamos eh, vamos que estos hijos de puta nos mataron a nuestros pibes, nuestros amigos, vecinos. ¡No podemos perder!”.

Diego Maradona y la inolvidable Mano de Dios.

Y así fue: Maradona le dio una enorme alegría a un pueblo que en cierta forma se tomó aquel partido como una especie de revancha por la guerra de Malvinas cuatro años antes.

Ya en las semifinales frente a Bélgica, Diego tuvo una actuación igual o mejor que ante Inglaterra. Otros dos goles para la cuenta personal, apiladas impresionantes y un 3 a 1 final que llevó los dirigidos por Carlos Salvador Bilardo a una nueva final.

En el partido decisivo frente a Alemania, la Selección argentina se puso en ventaja por 2 a 0 gracias a los goles del Tata Brown y de Jorge Valdano, pero el rival igualó el marcador con anotaciones de Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler.

Cerca de los 40 minutos del segundo tiempo, cuando la Argentina se lamentaba por haber desaprovechado la ventaja de dos goles, un Maradona presionado por tres rivales le dio un pase a Jorge Burruchaga para que corra solo y anote el 3 a 2 definitivo.

De esta manera, Maradona redondeó la mejor actuación que se haya visto en un Mundial y levantó la Copa del Mundo frente a más de 100 mil espectadores en el Estadio Azteca.

Las otras mejores actuaciones

La Selección también estuvo en varias ocasiones muy cerca de la gloria eterna.

La primera fue en Uruguay 1930, cuando cayó por 4 a 2 en la final frente al equipo local luego de irse al entretiempo con una ventaja de 2 a 1.

La siguiente fue en Italia 1990, Mundial en el que Argentina no mostró su mejor nivel, pero pudo avanzar por el milagroso pase de Maradona a Claudio Caniggia para ganarle a Brasil en los octavos de final y los penales atajados Sergio Goycochea para superar a Yugoslavia en cuartos y al equipo italiano en semifinales. Pero los alemanes se tomaron revancha de lo ocurrido cuatro años antes y derrotaron por 1 a 0 al elenco dirigido por Bilardo gracias a un penal cobrado por el árbitro mexicano Edgardo Codesal que generó polémicas y que fue convertido por Andreas Brehme.

La tristeza de Maradona luego de la derrota en la final contra Alemania.

La última final a la que llegó la Selección argentina y tal vez la más dolorosa para las últimas generaciones, fue la del Mundial de Brasil 2014. Un partido que quedará en la memoria por las ocasiones desperdiciadas, el penal que no sancionó el árbitro Italiano Nicola Rizzoli y el agónico gol de Mario Gotze a los 113 minutos.

Lionel Messi, la Copa del Mundo y una de las imágenes más impactantes en la historia del deporte.

Qatar 2022 va a ser la 18° participación mundialista para el combinado nacional, que también logró meterse entre los ocho mejores del mundo en las ediciones de Inglaterra 1966, Alemania 1974, España 1982, Francia 1998, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.

Las únicas ediciones en las que se ausentó fueron las de Francia 1938, Brasil 1950, Suiza 1954 y México 1970.

Sus rivales en el Grupo C

Arabia Saudita: Qatar 2022 significará la sexta participación en un Mundial para la Selección que, en la previa, parece la más débil del Grupo C.

Los árabes irán en busca de un milagro en Qatar 2022.

Su mejor actuación fue justamente en su debut, en Estados Unidos 1994, cuando alcanzó los octavos de final luego de finalizar segundo en el Grupo F gracias a los históricos triunfos frente a Marruecos (2 a 1) y Bélgica (1 a 0).

Por otra parte, en Francia 1998 y Alemania 2006 cosechó un triunfo y dos caídas, mientras que en Corea-Japón 2002 y Rusia 2018 perdió sus tres partidos y recibió varias goleadas abultadas.

México: será el segundo rival de la Selección argentina. Dirigidos por el argentino Gerardo Martino, el equipo azteca siempre se presenta como una amenaza en la fase de grupos de los Mundiales.

El Tata quiere meterse en el olimpo del fútbol mexicano.

Llega a Qatar con el objetivo de terminar de una vez por todas con la maldición del cuarto partido. Es que en sus últimas siete participaciones mundialistas cayó en los octavos de final (dos de ellas frente a la Argentina, en 2006 y 2010).

Sus mejores participaciones fueron en 1970 y 1986, cuando alcanzó los cuartos de final el año que fue organizador del Mundial.

Polonia: el último partido de la fase de grupos para la Argentina será frente a la Selección que tiene como figura excluyente a Robert Lewandowski, quien cruzó en varias ocasiones a Lionel Messi por la entrega de los últimos Balones de Oro.

Lewandowski se presenta como una verdadera amenaza para la defensa argentina.

Pese a haber disputado la Copa del Mundo en solo ocho ocasiones, pudo subirse al podio en 1974 y 1982 luego de alcanzar el tercer puesto.

Pero después de aquella época dorada que tuvo entre la década del 70 y la del 80, no logró superar la fase de grupos en las siguientes ocasiones que clasificó al Mundial, que fue en Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Rusia 2018.