Las Selecciones argentinas masculina y femenina de voleibol, ambas clasificadas para los

Juegos Olímpicos de Tokio 2020, recibieron la aceptación de sus protocolos para retornar a los entrenamientos de cara a la reanudación del deporte a nivel mundial, en un plan que incluirá la obligatoriedad de un apto médico y un test de anticuerpos para cada jugador e integrante del staff.

"Los cuerpos técnicos de los equipos nacionales, en conjunto con la dirigencia, recibieron la aprobación por parte del ENARD y de la Secretaría de Deportes de la Nación de un esquema que pondrá en foco las prioridades del calendario, en este caso el retorno a la competencia de clubes en las mejores condiciones", anunció la Federación (FeVA) en un comunicado.

La elaboración de estos planes la encabezaron Fernando Locaso en el área médica, Marcelo Méndez y Hernán Ferraro como entrenadores de las selecciones masculina y femenina, respectivamente, y Federico Baroni y Pablo Añon en el área física masculina y femenina.

De todas formas, la vuelta al trabajo será diferente para ambas ramas, ya que la Selección masculina tiene a la gran mayoría de sus jugadores en el exterior, e incluso algunos clubes ya iniciaron el trabajo físico.

El staff nacional realizará un monitoreo individual, con planes de trabajo que servirán como herramienta de preparación y adaptación.

"El trabajo será escalonado e incluirá también ejercicios técnicos hasta que cada jugador pueda viajar a sus destinos deportivos", detalló la FeVA sobre los jugadores.