Con tiza, Héctor "Bambino" Veira escribió en el pizarrón: "Atención. Si tenemos orden, disciplina y humildad, con este plantel podemos quedar en la historia de River". En el vestuario del estadio "Monumental", leyeron atentos jugadores de la talla de Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Héctor "Negro" Enrique, Américo Gallego, Norberto "Beto" Alonso y Enzo Francescoli.

El plantel de River tenía el desafío de sumar puntos para mejorar su situación en la tabla, ya que las malas campañas del 82 y 83 lo dejaron último en el 84 y al borde del descenso, algo que había sufrido Racing pocos días después del regreso de la democracia. El mote de "gallina", nacido en el 66, molestaba profundamente al mundo "millonario", en especial al entonces presidente del club, Hugo Santilli.

Con su larga melena rubia, Veira, de tan sólo 38 años, debía ponerse al frente del equipo para evitar una catástrofe futbolística y, para ello, contó con una ayuda especial: un león, primero adherido a la camiseta y luego estampado.

Por primera vez, uno de los creadores del símbolo -uno de los principales en la cultura del club de Núñez- cuenta, desde adentro, la verdadera historia del león que emerge del Monumental.

Se trata del diseñador y escritor Claudio Loiseau, hermano de Carlos, el destacado humorista gráfico más conocido como Caloi.

A 35 años del festejo en el Torneo de Primera División 1985/1986, que consagró a River 42 días antes del final del campeonato y lo convirtió en el campeón más holgado de la historia, el "Pájaro" Loiseau, próximo a cumplir 70 años, reveló el detrás de escena de la creación. Ese certamen fue el primero de los cuatro que el club de Núñez consiguió con el diseño del felino en el pecho.

La verdadera historia del león de River y el fallido intento de Boca por copiarlo
Claudio (segundo desde la izquierda) y Tomás Loiseau donaron al Museo de River uno de los originales del diseño del león, que estaba en la casa de Caloi.

"Por esa época yo trabajaba para QB Andina y con esa empresa estaba relacionado (Carlos) Weinberg, que estaba en la Comisión Directiva del club en la gestión de Hugo Santilli (estaba a cargo de la Tesorería). En un momento se enteró de que yo era hermano de Caloi y me pidió conocerlo, para luego acordar un encuentro con Santilli. En un principio, pensábamos que nos iban a pedir que dibujáramos una mascota, así como en el Mundial 78 había sido el gauchito", relató el director de Diseño y Comunicación Visual de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).

En diálogo con NA, Loiseau remarcó que el planteo de Santilli era para tratar de sacar el apodo de "gallina" al club. "La elección del símbolo fue libre. Carlos (Caloi) decía que una cosa importante del diseño era que tenía que estar el Monumental incluido. La propuesta del león fue mía, para diferenciarnos bien de Boca, que estaba muy vinculado con los italianos. Entonces, se me ocurrió el león ibérico".

"A partir de ahí nos pusimos a trabajar, porque había que fusionar esas dos ideas madre: el león y el Monumental. El diseño empezó a hacerse en la Sala de Diagramación de Clarín, donde teníamos varios amigos, como Horacio Cardo. También estuvo involucrado Julio Parissi", agregó.

Pero de la idea al papel hubo que pensar e investigar mucho. "Tuvimos que interiorizarnos para no repetir leones, como el del Plaza Hotel o Peugeot. Carlos se contactó con el diseñador Ronald Shakespear, que nos consiguió un montón de diseños de leones, para no repetir y no caer en una idea ya hecha", contó el autor del libro "Finalmente no fui electrocutado".

Y añadió: "Con todo eso, Horacio empezó a trabajar en el diseño, en la redacción de Clarín. Carlos aportaba ideas, porque él no era diseñador, era humorista gráfico. Una vez que se terminó de juntar y armar todo, yo hice el dibujo final, con unos trabajos de retoque, para terminar de ensamblar la imagen del león con la del Monumental".

Una vez terminado el diseño, Caloi llevó el dibujo a Santilli, quien dio el visto bueno en 1985. "Recuerdo perfectamente el momento en el que me llamó para decirme que el león les había gustado".

"Cuando se habla del león, lo recuerdo muy positivamente, porque más allá de la cuestión profesional, estaba cumpliendo el sueño de trabajar para el club de mis amores. No lo siento como mi mayor logro profesional, pero sí desde lo emocional. Pero fue una cosa más colectiva que personal", expresó Loiseau a Noticias Argentinas.

Algunas de las imágenes más recordadas por los hinchas millonarios fueron con el león rugiendo en el pecho de los jugadores, a un costado de la banda roja: la extraordinaria chilena de Francescoli en el amistoso contra Polonia en Mar del Plata; el gol del Beto Alonso a Boca en La Bombonera con la pelota naranja; y la obtención de la Copa Libertadores 1986 -la primera del club-, la posterior coronación en la Copa Intercontinental -la única del conjunto de Núñez- en Japón frente al Steaua de Bucarest, de Rumania, y también en la Copa Interamericana 1987.