La historia de Tofoni, el agente detrás de la Selección
En 1994, Guillermo Tofoni fundó la empresa World Eleven y en 1999 se convirtió en agente oficial FIFA.
Los FIFA Match Agent no son muchos. Doscientos en todo el mundo que ocupan sus horas organizando partidos de selecciones nacionales con todo lo que implica el negocio del fútbol mundial y las marcas más prestigiosas del planeta que suelen ser sponsors de los encuentros. Guillermo Tofoni invirtió 200.000 francos suizos en 1998, presentó sus avales y un año después logró convertirse en el primer agente latinoamericano no sólo argentino.
En 2006, con un socio de nacionalidad rusa, compró un paquete de 24 partidos por 18 millones de dólares. Un encuentro amistoso internacional entre la selección bicampeona del mundo con otro combinado significaba para la AFA una recaudación aproximada de 1,5 millón dólares de las cuales World Eleven cobró una comisión de “ten percent” (10%), como se estila en los contratos de representación en la industria del entretenimiento.
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Don Julio y la práctica de tercerización de servicios direccionada
“Es como tener un Papa argentino” dijo el publicista Guillermo Tofoni de “Don Julio” Humberto Grondona.
La declaración pública la realizó el 10 de marzo de 2013, tres días antes que Jorge Bergoglio fuera consagrado Papa y manifestado su voluntad de ser conocido como Francisco, y coincidió con el anuncio de Grondona de dejar la titularidad de la AFA en el año 2015. La muerte lo sorprendería ejerciendo el cargo en julio de 2014. No le gustó la comparación a Grondona porque lo dejaba muy expuesto pero se trató de una relación de admiración, de parte de Tofoni, que luego mutó a resentimiento al estallar el caso fifagate que involucró a Julio Grondona de manera post mortem y encarceló a Alejandro Burzaco, ex Ceo de Torneos y Competencias, que siempre intentó correrlo de la organización de los partidos amistosos.
Pero, cuando lo comparó con el Papa, Tofoni hablaba con conocimiento de causa porque Grondona no sólo comandó la AFA durante 35 años, sino que en 1988 fue elegido vicepresidente sénior de la FIFA cargo que tampoco dejó de ejercer en vida. Y, el publicista, logró convertirse en FIFA Match Agent y posicionar su empresa World Eleven como una de las principales organizadoras de eventos deportivos cuyo principal producto en su cartera fue, desde 2006 al 2015, la selección nacional de fútbol.
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Las primeras operaciones importantes de World Eleven contaron, desde luego, con el beneplácito de “Don Julio”. Por ello, no fueron de extrañar los conceptos sobre su persona que expresaba Guillermo Tofoni en varios medios, “a nivel local, muy pocos van a reconocer lo que representa el presidente de la AFA, pero por los estatutos de FIFA y sus regulaciones, pueden llegar a pasar doscientos años para que Argentina pueda tener otro Grondona, vicepresidente de finanzas a nivel mundial”.
El Fifagate y la redada de Zurich
Lo que sucedió el 27 de mayo de 2015 fue de un impacto tan grande para la FIFA similar a los efectos que produjo la redada de Apalachín para la mafia estadounidense.
Los memoriosos recordarán las noticias llegadas desde una aldea rural de Nueva York, el 14 de noviembre de 1957, cuando el FBI interrumpió la junta del consejo rector de la mafia donde se daban citas unos cien capos para elegir al nuevo capo di tutti capi.
Muchos años después, en Zurich y con miembros del FBI como observadores, se produjo otra gran redada que terminó con un saldo de siete dirigentes y ejecutivos de la FIFA acusados de 47 cargos en su contra, entre ellos, lavado de dinero, fraude, y conspiración.
Un relato de los hechos descubiertos y juzgados puede consultarse en el libro “la caída del imperio” del periodista escocés Andrew Jennings, quien denunció con vehemencia durante 13 años las irregularidades y fraudes que se estaban cometiendo en la FIFA. El FBI terminó por acusar a 14 altos dirigentes de la casa rectora del fútbol mundial.
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Previamente, por las investigaciones periodísticas de compras de votos a la hora de elegir sede para la disputa de las distintas ediciones de la Copa Mundial, el 17 de julio de 2012, el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter con la anuencia de Julio Grondona, nombraron al antiguo fiscal general de Estados Unidos, Michael J. García como presidente de la rama investigadora de la Comisión de Ética de la FIFA. Podía, en los papeles, investigar casos antiguos.
La investigación avanzó con muchos problemas y trabas impuestas, incluso por Grondona, quien sostuvo un insólito diálogo con García.
El dirigente argentino lo cuestionó cuando lo entrevistó en Buenos Aires, “¿estoy bajo su jurisdicción? a lo que García contestó afirmativamente por los cambios introducidos en el comité de ética en 2012. Grondona le devolvió una respuesta desafiante, “bueno, veremos cuán lejos llega todo esto”. García se fue de la reunión pensando que Grondona creía que el reporte sería cerrado sin mayores diligencias.
Pero, García y su equipo continuaron con el informe, para investigar el proceso de licitación y decisión por parte del Comité Ejecutivo de la FIFA, para otorgar el derecho a ser anfitrión de la Copa Mundial de Fútbol de 2018 y 2022 en Rusia y Qatar, respectivamente.
El reporte final fue entregado al juez alemán Hans-Joachim Eckert, titular de la comisión de ética en septiembre de 2014 y un mes después se presentó en sociedad un sumario, muy recortado, que provocó la protesta y dimisión de García y su equipo.
En 2015 trascendió que el reporte estaba en la oficina del Fiscal General de Suiza y la presión para que se haga público en su totalidad fue creciendo.
La FIFA lo “colgó” de su página web el 27 de junio de 2017. Uno de los apartados del capítulo E, que se revelaron, llevaba por nombre: Guillermo Tofoni.
El empresario se defendió denostando el reporte y calificándolo de “absurdo e insólito” pero dando pocos detalles acerca de la acusación principal del García report.
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Tofoni fue acusado de realizar acciones para beneficiar la designación de Qatar como sede del próximo mundial. Al diario La Nación afirmó, “cuando me preguntaron dije que Qatar ofrecía excelente infraestructura, y los investigadores entendieron que esa infraestructura iba a ser un aporte de Qatar a los países sudamericanos. Absolutamente falso y más que obvio, porque nadie hizo ninguna obra de infraestructura ni en Argentina ni en ningún país de la región”.
Sin embargo, el informe publicado por la FIFA, volvió a centrarse en el partido amistoso entre Brasil y Argentina del 17 de noviembre de 2010 en Qatar, unas semanas antes que el país árabe fuera elegido sede del Mundial 2022.
Kentaro, una compañía de origen suizo, organizó el match y transfirió dos millones de dólares a la empresa de Tofoni, World Eleven, por la participación de la AFA en ese encuentro de fútbol. De ese total, un millón, llegó a las cuentas de la AFA, poco se sabe del resto, el restante millón.
Y es, precisamente, ese argumento el que incluyó la diputada nacional de la provincia de Buenos Aires, Graciela Ocaña, en su proyecto de resolución para citar a Claudio Tapia, actual titular de la AFA, para que explique los nexos que unen a la entidad con la empresa nombrada en el reporte García.
Una vez más, Tofoni se defendió por los medios y en declaraciones al diario Olé, afirmó, “con relación al partido de Qatar y Japón, la AFA recibía 750.000 dólares y se le pagó por arriba del contrato, y fue todo a la AFA. Dentro del contrato 2006-2015, la AFA vendió todo a 750.000 dólares, en ningún momento se fue a un punto de sobornos ni falta de ética. Tanto es así que la FIFA y los magistrados me dieron la razón. En el otro punto que habla de un informe de García, hubo cuatro años de investigación, y la conclusión fue que se desestimó el tema y se dio por terminado. Al haberme pasado por un scanner absoluto el Comité de Ética de FIFA, muestra la transparencia con la que se trabajó en estos años. Si no, me suspendían la licencia y me dejaban procesado”, aseveró.
La pertenencia al círculo rojo de la AFA quedó demostrada con los nuevos contratos logrados por su empresa para organizar partidos amistosos con una mejora sustancial en las comisiones.
Sin Julio Grondona y mientras cruzaba el desierto por las acusaciones de Michael García muchos dirigentes de la AFA lo negaron y sostenían la caducidad de los contratos con World Eleven en favor de la empresa Torneos para organizar partidos amistosos.
Pero en abril de 2016 quedó claro que Tofoni había regresado y mostrando contratos con sponsors de la selección afirmaba, “nosotros tenemos vinculación con Torneos, la cual culmina en diciembre de 2022 y no existe discusión alguna sobre los derechos televisivos que tiene esa empresa”. Tofoni dijo que las pruebas están documentadas y están las firmas del entonces presidente Julio Grondona y el ex secretario general, Miguel Ángel Silva.
No le gusta que su nombre quede asociado como la del “dueño de la pelota”. De hecho, suele pedirles a los periodistas que no lo bauticen con ese alias. Primero está el negocio y Guillermo Tofoni sabe que la AFA tiene varios dueños.