El 9 de diciembre de 2018, el River de Marcelo Gallardo alcanzó la cúspide de la gloria al derrotar a Boca en la final de la Copa Libertadores disputada en la ciudad de Madrid, en España, y se hizo dueño de la historia en el punto más alto de un ciclo que llegará a su fin en diciembre de este año.

El "Muñeco" anunció el cierre de su etapa en el banco de suplentes del "Millonario" al terminar su contrato, por lo que la memoria futbolera viajó al estadio Santiago Bernabéu, donde el "Millonario" logró imponerse por 3 a 1 en el alargue en el Superclásico más recordado.

Darío "Pipa" Benedetto puso en ventaja a Boca a los 44 minutos del primer tiempo, mientras que el "Oso" Lucas Pratto alcanzó la igualdad para el elenco de Núñez a los 22 del complemento.

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En la segunda etapa del tiempo extra, después de un empate 1-1 en 90 minutos de juego, Juan Fernando Quintero, a los 3 minutos, y Gonzalo Martínez, a los 16, sellaron la victoria de River que, según Gallardo, les permitió a los hinchas superar el descenso.

"Fijate si nos vamos a detener en lo que ha pasado, ya lo superamos. Ni siquera nos duele, esto superó todo. El hincha de River me lo agradece todo el tiempo. Nada ni nadie se lo va a poder sacar. Los hinchas de River vivimos un estado de satisfacción total. El hincha apoya la cabeza y tiene el recuerdo de Madrid antes de irse a dormir y es una caricia al alma", expresó Gallardo tiempo atrás.

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"Gracias por tanto amor, querían hacerme cantar y lo lograron. Gracias por tanto afecto, por acompañar. Hoy es un día de ustedes, del hincha, que puede darse el placer de celebrar una victoria única", comenzó aquel día visiblemente emocionado. Además, en la celebración por el tercer aniversario de la final, ante un Monumental repleto, el "Muñeco" se desató y celebró con la gente, cantando con los jugadores en el centro de la cancha.

En ese sentido, continuó: "La vida te pone a prueba, te pone delante muchos desafíos. La sensación de ese partido, después de vivir un mes realmente intenso... solamente les quiero decir algo para que puedan seguir festejando, quiero tratar de invitarlos a que por 30 segundos viajen conmigo, cierren los ojos e imaginen si nos hubiese tocado perder ese partido, el dolor que estaríamos sintiendo".

Y cerró: "Ahora abran los ojos, miren a su alrededor, vibren y sientan en el corazón que ganamos la final más hermosa del mundo. Es una realidad y va a ser una realidad todos los 9 de diciembre por el resto de nuestras vidas".