Un 22 de febrero pero hace dos décadas, el reconocido director técnico Carlos Bilardo se convirtió en el centro de atención en el mundo del fútbol argentino debido a un episodio insólito que involucró una botella de champagne con Gatorade en un partido frente a River en El Monumental, bautizado humorísticamente como "Gatorei", que quedó como uno de los momentos más recordados de la historia.

En ese momento, Bilardo dirigía a Estudiantes de La Plata, que se encontraba en una situación negativa en la tabla de posiciones y necesitaba desesperadamente sumar puntos para evitar el descenso.

En un acto de ingenio y picardía, Bilardo decidió motivar a sus jugadores y desconcentrar a los rivales utilizando un inusual arsenal: un grabador con música, una frapera, dos copas y una botella de champagne. Lo inesperado ocurrió cuando Bilardo, en una jugada maestra de teatro, descorchó la botella y simuló beber un trago, desatando la intervención del árbitro Héctor Baldassi.

Durante el entretiempo, la fiscal Claudia Barcia, alertada por la situación, irrumpió en el campo de juego con la intención de detener a Bilardo por supuesta provocación a la hinchada rival. Sin embargo, el técnico, lejos de amilanarse, defendió su acción con su característica elocuencia: "Tengo 50 años de cancha, usted se equivocó señorita, es Gatorade".

A pesar de la intervención polémica, la fiscal decidió no detener a Bilardo. El partido continuó, y River Plate, el rival de Estudiantes en ese encuentro, logró imponerse con un marcador de 3-0. No obstante, el resultado deportivo quedó opacado por la anécdota del "Gatorade", que rápidamente se convirtió en una leyenda del fútbol argentino.

El impacto mediático del incidente fue considerable, con los medios de comunicación de todo el país dedicando días de cobertura al tema. Incluso la cadena Utilísima transmitió en vivo el momento en que la fiscal ingresó al campo de juego.

Como cierre de esta peculiar historia, se reveló que la famosa botella de "Gatorei" permanece en posesión de la hija de Bilardo, Daniela, tal como la dejaron los fiscales.

X de Bilardo Eterno