El traumático antecedente de la Selección argentina en la única Copa América que se jugó en Estados Unidos
Fue en 2016, cuando se vio una de las imágenes más desgarradoras de Messi con la “Albiceleste”.
La Copa América 2024 se pondrá en marcha este jueves, con el partido entre la Selección argentina y su par de Perú. Uno de los hechos más llamativos es que se llevará a cabo en Estados Unidos, pero no será la primera vez que el país norteamericano albergue este torneo.
Históricamente, la Copa América tuvo como sede a países de Sudamérica. Pero en 2016, en ocasión del centenario de su primera edición, fue organizada por Estados Unidos.
La Selección argentina arribaba a este torneo como la más regular, ya que había llegado a la final del Mundial 2014 y de la Copa América 2015, pero en los partidos decisivos siempre faltaba una cuota de efectividad (y de suerte).
Con Gerardo Martino como director técnico y Lionel Messi capitaneando a la “Albiceleste”, el combinado nacional tenía prácticamente la obligación de cortar con la sequía de 23 años sin títulos internacionales.
Tuvo una fase de grupos perfecta, en la que venció a Chile, Panamá y Bolivia. En cuartos y semis, los dirigidos por Martino golearon 4-1 a Venezuela y 4-0 a Estados Unidos, respectivamente.
En la final el rival era Chile, al igual que en la Copa América del año anterior. Los dirigidos por Juan Antonio Pizzi habían tenido un andar irregular, pero a partir de los cuartos de final mostraron un muy buen nivel.
El partido decisivo comenzó muy bien para la Argentina, que dominaba y además se vio beneficiada por la expulsión del mediocampista chileno Marcelo Díaz. Pero todo empezó a venirse abajo cuando el defensor argentino Marcos Rojo se hizo echar de manera infantil, metiendo a Chile nuevamente en partido.
De esta manera, todo se definió en los penales tras el 0-0 en los 120 minutos. La definición desde los 12 pasos también empezó mejor para la Selección argentina, ya que Sergio Romero le atajó su disparo a Arturo Vidal. Pero Messi tiró su penal por encima del travesaño, catapultando la oportunidad de tomar la ventaja.
Finalmente, Lucas Biglia también erró su penal y Chile terminó quedándose nuevamente con el título tras el 4-2 final.
Esta significó la tercera derrota en una final para la Selección en tres años consecutivos, lo que parecía convertirse en una maldición que no iba a tener fin.
Luego de la definición por penales, se vio a un Messi desconsolado como nunca en su carrera. Incluso, el astro le anunció a la prensa que renunciaba a la Selección.
Por suerte para todos, unas semanas después dio marcha atrás en esta decisión y volvió a ponerse la celeste y blanca para darle tanta alegría a los argentinos en los últimos años.