Dentro del ambiente del fútbol masculino, la homosexualidad fue un tabú desde siempre, aunque actualmente el auge del femenino, donde ese punto está mucho más naturalizado, expuso la problemática y ayudó a que comienzara a resquebrajarse el "pacto de silencio" que siempre sobrevoló al asunto.

En 1995, el entonces director técnico de la Selección argentina, Daniel Passarella, declaró en una entrevista que "no aceptaría" a un jugador homosexual en su equipo, un hecho que explica por sí solo la reticencia de los futbolistas, a lo largo de los años, a hablar sobre una orientación sexual que exceda la heterosexualidad.

image.png
El tabú de la homosexualidad en el fútbol masculino

Ya en aquel entonces, Carlos Jáuregui, el pionero de la CHA, Comunidad Homosexual Argentina, declaraba a NA con una sonrisa sardónica: "Si supiera que tiene a uno dentro del plantel, tal vez se sorprendería".

"El Káiser" iba entonces en contra del cabello largo y exigía una suerte de corte reglamentario, entonces con Américo Gallego de lugarteniente.

Ahora, Nicolás Fernández, arquero del Club General Belgrano, que juega en la Liga Cultural de La Pampa, rompió hace meses con esos esquemas arcaicos al hablar sin tapujos de su homosexualidad.

"Lo que me sorprendió es que haya sido una noticia y lo hayan catalogado como importante. Salió en todos los medios locales y extranjeros, cuando es algo normal", dijo en declaraciones a Noticias Argentinas (NA).

El machismo en el fútbol, según coincidieron expertos y actores sustanciales de este deporte, ocupa un lugar sustancial en la estructura que se replica desde hace años y que, en la actualidad, comenzó a "tambalear" gracias al empuje de las jugadoras y a la profesionalización de los equipos femeninos, que provocó que las lógicas que mueven el ambiente hayan quedado vetustas.

¿Cómo se explica el estereotipo de "macho" que habita en ese ámbito y que durante tantos años llevó a la invisibilización de la mujer? ¿Es posible que las nuevas luchas sociales logren torcer la muñeca de un ambiente que se resiste constantemente a ser transformado?

"Existe un desnivel estructural y cultural abismal, las mujeres vinieron a hacerlo tambalear todo. Hay que escucharlas, aprender de ellas y acompañarlas desde un ejercicio reflexivo. Lo de renunciar a nuestros privilegios como varones tenemos que hacerlo efectivo. Se necesitan más jugadoras, mejores condiciones, más dirigentes, árbitras, periodistas y muchísima perspectiva de género para participar en las decisiones que, desde los clubes, modelan las reglas del fútbol", sostuvo el investigador del Conicet y ex futbolista Juan Branz, en diálogo con NA.