Algunos técnicos, tales los casos de Fernando Gago en Racing y Diego Davobe en Huracán, prefieren reservar a los titulares para partidos futuros en lugar de ponerlos en el siguiente, es decir en el próximo compromiso.

Esta decisión se contradice con una máxima del fútbol que dice que el partido más difícil es el que viene. Y, si se quiere, con otra: el deportista debe pensar solo en el presente, porque si se detiene a reflexionar sobre un error, se puede deprimir; y si en cambio se extiende en el festejo por algún acierto, seguramente se va a distraer.

¿Qué lleva a algunos entrenadores a tomar esa determinación? No hay dudas que piensan que hay partidos de primer orden y otros de segundo, que priorizan una competencia sobre otra como si el simple hecho de guardar a los titulares para la que consideran más importante les diera la certeza del éxito. Error. Uno puede guardar lo mejor y no hay garantía de triunfo. Por eso, para quien firma esta columna, esas determinaciones son inexplicables. O sea, dicho en buen cristiano: hay que poner siempre lo mejor que se tiene a la mano, sin medir qué partido es más o menos importante porque, al fin y al cabo, todos valen tres puntos.

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Esa es la receta que utilizaron, por ejemplo, Insua en San Lorenzo y Demchelis en River. Asumen cada partido con los mejores jugadores y, antes de cada juego, deciden quienes ingresan de acuerdo al desgaste físico o mental del plantel. Cambian cuando se ven obligados. O sea: van paso a paso, midiendo el esfuerzo de sus jugadores, pero sin guardarse nada. Y muy mal no les va: River va puntero en el torneo con 6 puntos de ventaja justamente sobre San Lorenzo. Y en la Copa Libertadores y Sudamericana ambos tienen todo un camino por recorrer que ya se verá en qué lugar los deja.

El recambio en el fútbol argentino

Los casos de Racing y Huracán sos exactamente opuestos. Los dos arrancaron muy bien pero enseguida comenzaron a cambiar jugadores al compás de las competencias internacionales. Y el equipo se les deshilachó. Davobe ahora anda penado sin dar pie con bola en ningún torneo. Y Gago, más allá de que ganó ambos partidos en la Copa Libertadores, acumula tres derrotas y un empate en el torneo local, lo que puso a sus hinchas en pie de guerra y hasta se habla de un factible reemplazo del entrenador.  

El recambio en el fútbol argentino

Vamos a repasar las variantes que hizo Gago desde el 1º de abril a la fecha, es decir en apenas 25 días, tanto por lesiones como por decisión de guardar jugadores para alguna otra eventualidad.

Aquel 1º de abril ante Huracán puso su mejor equipo y ganó 2-1: Arias; Mura, Sigali, Insúa y Opazo; Nardoni, Aníbal Moreno, Jonathan Gómez y Matías Rojas; Maximiliano Romero y Hauche. Cuatro días después, contra Ñublense, cambió: Pillud entró por Mura, Rojas por Jonathan Gómez, Avilés por Nardoni y Guerrero por Romero. O sea cuatro cambios. Ganó 2-0.

Pero la debacle arrancó con Gimnasia, ya que subestimó al rival y cayó 3-1 el 8 de abril con este equipo: Arias, Mura, Galván, Emiliano Insúa, Nardoni, Avilés, Oroz, Hauche, Maximiliano Romero y Cardona. Y ya a partir de ahí todo fue improvisación. Contra Newell’s otra vez equivocó el camino y perdió 1-0: Arias, Pillud, Sigali, Insúa, Mura, Jonathan Gómez, Nardoni, Matías Rojas, Reniero, Maximiliano Romero y Guerrero. Lo peor de todo es que otra vez cometió el mismo error: guardó para el partido con Independiente como si reservar jugadores fuera sinónimo de éxito. Y el 16 de abril paró a estos jugadores para empatar 1-1 con su rival clásico: Arias, Mura, Sigali, Piovi, Gabriel Rojas, Nardoni, Avilés, Jonathan Gómez, Matías Rojas, Maximiliano Romero y Hauche. La gente se fue muy enojada.

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El 3-2 contra Aucas del 20 de abril le dio un poco de oxígeno, especialmente porque en el primer tiempo el equipo pareció recuperar el juego olvidado: Arias, Mura, Sigali, Piovi, Gabriel Rojas, Nardoni, Avilés, Jonathan Gómez, Hauche, Guerrero y Maximiliano Romero. Para este partido solo cambió a Guerrero por Matías Rojas, que estaba lesionado.

Pero no aprendió la lección y otra vez decidió guardar, esta vez con Atlético Tucumán (¿otra subestimación del adversario?), como local, el 24 de abril y perdió 3-1. En este partido entraron: Arias, Mura, Sigali, Avilés, Insúa, Saliadarre, Nardoni, Jonathan Gómez, Hauche, Guerrero y Maximiliano Romero.

El recambio en el fútbol argentino

En un fútbol como el argentino, en donde no sobre casi nada, la idea de guardar a los mejores para futuros compromisos parece una tontería fuera de contexto. Son lujos que sólo se pueden dar las poderosas ligas europeas.

Huracán y Racing son los dos casos que más expusieron que este tipo de estrategias son malas y poco aconsejables. San Lorenzo y River son el caso contrario. Nada entrega la seguridad del éxito. Pero sí tenemos claro que los equipos que tienen una idea de juego y se acostumbran a ganar son los mejores. Aquellos, en cambio, que cambian, cambian y cambian presuntamente para obtener buenos resultados en los partidos que presuponen más importantes, son los que al final resultan pagando muy caras las ventajas que otorgan.