Tras la polémica acción que protagonizó Tomás Sánchez de Los Matreros cuando lesionó intencionalmente a su rival Juan Marsano, de Pueyrredón, el comité de Disciplina de la Unión de Rugby de Buenos Aires tomó la determinación de sancionar al jugador por dos años.

El incidente que tomó estado público al viralizarse en las redes sociales, ocurrió el pasado 11 de junio, cuando se enfrentaron Los Matreros y Pueyrredón en un encuentro válido por las decima jornada del campeonato de Primera A de la URBA.

Transcurrían 22 minutos del segundo tiempo cuando Sánchez fue tackleado por Marsano, acción que derivó que ambos quedaran en el suelo. Posteriormente llegó lo peor ya que el rugbier del equipo de Morón tomó la pierna izquierda del rival y se la torció con fuerza, haciendo palanca en contra de la rotación natural de la rodilla.

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Finalmente, Marsano debió abandonar la cancha con dificultades para caminar y, si bien los resultados de los estudios no revelaron una lesión ligamentaria de gravedad, se perdió de jugar los encuentros posteriores.

El árbitro del cotejo, Nicolás Cotic, no advirtió la agresión ya que se encontraba de espaldas a la jugada, sin embargo, al ver las imágenes posteriormente elevó el informe pertinente, lo que hizo que la URBA accione de oficio.

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De esta manera, desde el ente regulador determinaron que Sánchez deberá cumplir una sanción de 104 semanas, algo que generó polémica -ya que pareció ser poco- y además, podrá apelar el fallo.

Este no es el primer caso que la URBA debe actuar de oficio, ya que lo hizo en 2016 con Cipriano Martínez de Pucará, quien fue suspendido por 29 años tras pegarle una patada en la cara a un rival de San Albano. En 2006 hizo lo propio con Guillermo Mazzoni de Alumni con cinco años por pisarle la cabeza a un adversario de CUBA. Además, en 2002 Gonzalo Amaya de Hindú, fue sancionado con tres años por un pisotón frente a Regatas.