Dibu Martínez, sobre su atajada en la final del Mundial: "No me di cuenta en el momento del valor que tenía"
"Dibu" se prepara para la vuelta al país para los amistosos ante Panamá y Curazao.
El arquero Emiliano Martínez aseguró que no se dio cuenta en el momento que sucedió, el valor que tenía su atajada ante el francés Randal Kolo Muani en la última jugada de la final del Mundial Qatar 2022 que fue fundamental para que la Selección argentina se quede con el título.
"Pasan los días, veo la atajada y te emociona. A veces te entra, a veces no te entra, pero que, en una final del mundo te salgan las cosas, es hermoso", aseguró".
"No me di cuenta del valor que tenía porque fue rápido. Me acuerdo que salimos rápido al contraataque que tuvimos en la última para ganarlo con Lautaro (Martínez) de cabeza. No la pude apreciar como la aprecié cuando se ganó la final. Lo primero que se vio fue eso", expresó entre risas el arquero del Aston Villa, quien se siente muy agradecido por el reconocimiento.
El "Dibu" también detalló cómo fue esa jugada en su cabeza: "Fue una jugada rápida, sucia también. Cuando le queda a Muani, queda un poco en diagonal. Dije, ´bueno, le achico despacio´. No me apresuré, porque sino me la pica por arriba. Le tuve que dejar un ángulo para que su última visión sea el primer palo. Después me jugué con mi mano y mi pie, rezando 'por favor, pegame'".
Además, el arquero que se convirtió en una de las grandes figuras de Argentina expresó que quería que remate pegue en su rostro o donde sea: "Yo quería que me pegue en la cara, no me importaba dónde. Quería que me pegue. No me giro, cierro los ojos y me pongo todo duro y digo 'pegame, es lo único que te pido'. Estoy tan tenso y tan duro que rebota para adelante".
Por último, Martínez reveló que le dijo a Kylian Mbappé, su verdugo en la final, tras la conversión de Gonzalo Montiel que valió el título: "Le dije que se levante, que mire hacia adelante porque la había descocido. No tendría que estar en el suelo, sino orgulloso del partido que había hecho, que es la verdad. Me había hecho cuatro goles. El que tendría que estar en el piso soy yo".