El delantero Angel Di María afirmó hoy que la selección argentina “está para pelearle a cualquiera en el Mundial”, pero mantuvo la cautela con respecto al favoritismo que puede despertar el equipo conducido por Lionel Scaloni, a cinco meses del comienzo del certamen en Qatar.

Asimismo, ratificó que tras la Copa del Mundo dejará de jugar para la selección, aunque seguirá su carrera en otro club europeo, luego de su reciente desvinculación de París Saint Germain.

“Argentina demostró que en el Mundial puede pelearle a cualquiera, se vio el otro día contra Italia, este equipo no le tiene miedo a ningún rival. El segundo tiempo fue muy bueno, increíble, y ellos estaban muertos”, señaló el rosarino.

En ese consideró que “lo mejor es estar tranquilos y tratar de mejorar algunas cosas, todavía falta un tiempo para el Mundial. Y si me toca jugarlo, será lo último en la selección para mí. Es algo que tengo en la cabeza desde que ganamos la Copa América. Los ciclos se cumplen, hay chicos que vienen peleándola y yo no puedo ser tan egoísta”.

“Son muchos años de viajes y concentraciones, la familia también lo siente. Por ahora la idea es seguir en Europa, ir a un club y una ciudad donde me sienta cómodo”, expresó el experimentado futbolista, quien no dio indicios sobre su futuro, aunque dejó entrever que podría irse a Italia.

En declaraciones a TyC Sports, el delantero admitió también que le gustaría jugar en el fútbol argentino, y más precisamente en Rosario Central, el club de donde surgió: “la verdad es que jugué muy poco y me gustaría volver, y también jugar un clásico contra Leo (Messi)”, muy identificado con Newell’s.

Pero advirtió que “verlo a Leo sería difícil, creo que Argentina no está preparada para verlo en el torneo local, él genera algo impresionante”.

Además, consideró que Messi “se siente cada vez mejor en París, terminó en un gran nivel la temporada, y va a empezar con todo la próxima. Lamentablemente, no pudimos ganar la Champions League, la eliminación contra Real Madrid fue un golpe muy duro, nos dolió a todos. Y la gente es muy difícil, muy exigente".

De todas formas, valoró la despedida que le hizo la afición del club parisino hace pocos días cuando disputó su último partido en ese club: “fue muy emocionante, no solo para mí, también para mi familia, ver  a todo el público aplaiudiendo y coreando mi nombre fue muy gratificante”.