Los restos del bonaerense Braian Toledo, uno de los mejores lanzadores de jabalina de la historia del atletismo argentino y de apenas 26 años, fueron despedidos hoy en una emotiva ceremonia en el Cementerio de Marcos Paz.

El cortejo partió minutos después de las 10:20 desde la casa familiar de Toledo y realizó una parada en la cancha del barrio donde el joven dio sus primeros pasos en el deporte.

El féretro estaba envuelto por una bandera olímpica.

Alrededor de las 11:15 familiares, amigos y vecinos del deportista llegaron al cementerio ubicado en la Avenida Libertad, donde hubo respetuosos aplausos y luego un silencio generalizado.

Cuando se preparaba para buscar su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el deportista falleció a última hora del pasado miércoles en un accidente de tránsito en su Marcos Paz natal.

Toledo, a quien siempre se le destacó su temple y esfuerzo para poder competir habiendo tenido una infancia durísima y en condiciones muy humildes, perdió el control de su motocicleta cuando sobrepasó un lomo de burro en la Ruta provincial 40, mientras retornaba a su departamento del barrio porteño de Núñez, donde convivía con su novia Sofía Lamarque, especialista en tiro deportivo.

El atleta albiceleste salió despedido unos 30 metros, su cuerpo dio contra dos palmeras y, a pesar que tenía puesto el casco, el fuerte impacto provocó su deceso.