El entrenador de River, Martín Demichelis, remarcó que "ganarle a Boca en el último minuto fue muy fuerte", mientras que sostuvo que hubo penal del lateral Agustín Sández al delantero Pablo Solari porque "existe un contacto y le pega en la pantorrilla" en la jugada que finalizó con el gol del colombiano Miguel Borja desde los doce pasos.

“Ganarle a Boca en el último minuto fue muy fuerte. Terminamos muy superiores el primer tiempo, no en el resultado pero sí desde lo emocional, porque el rival no había pasado la mitad de la cancha", expresó Demichelis en declaraciones al diario Olé.

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Y añadió sobre el día después del Superclásico: “No me la pasé mirando los programas. Es una manera de ser terrenal, de no entrar en una confusión mediática para pensar que hemos alcanzado el éxito por haber ganado un partido o varios partidos. Así, ni tampoco cuando vienen las malas uno se siente tan desastroso por lo que se diga. Honestamente, si prendo la televisión es para ver un partido o alguna película con mi familia".

En cuanto al arbitraje, el técnico señaló: “Creo que hubo cantidad de jugadas donde se pueden abrir debates pero que fueron para ambos equipos. Y mi sensación, si me dejás opinar, es que hubo penal porque el contacto existe. Y no fue un penal 'poco cobrable'. No, no, no hay un medio embarazo: o es embarazo o no es embarazo. Existe un contacto y le pega en la pantorrilla, es penal”.

Por otra parte, Demichelis se refirió a su arribo al "Millonario": "Está claro que era una parada muy difícil para el hincha de River. Pero yo no dudaba de la posibilidad y de la oportunidad. Sí tengo que reconocer que si me hubiera llegado un llamado post 2017, 2018, 2019 para venir a dirigir a River… No, la verdad que hubiese levantado la mano y hubiera dicho: 'No me siento capacitado'".

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"Sabía que necesitaba capacitarme como en mi paso por el Bayern Munich, donde la capacitación no se negocia. En Alemania, que nos eliminó de los últimos cuatro encuentros mundialistas que tuvimos, eligieron a un argentino para formar alemanes. Valoraba muchísimo el lugar que tenía, no me lo regalaron y me exigían una preparación. Fue el lugar indicado", continuó.

Por último, agregó: "Cuando Marcelo (Gallardo) comunicó que no seguía y empecé a ser uno de los nombres posibles para sucederlo, ella (su esposa, Evangelina Anderson) me decía: 'Si llegás a ser vos el nombre elegido no te metas en esa locura', o 'qué vas a hacer si tal cosa', o 'mirá qué...'. Sí, sí, para eso me preparé. Entonces desde ese lado no tenía ninguna duda y estaba el deseo de que alguna vez ocurriera".