La noche de boxeo en el Estadio FAB prometía ser emocionante, con dos peleas programadas para deleitar al público. Sin embargo, la velada terminó abruptamente en el cuarto round de la primera pelea, debido a una serie de incidentes entre espectadores en el ringside.

En el combate entre Giuliano Canónigo (Club Huracán) y Jorge Lucero (debutante), Canónigo dominaba la pelea, con Lucero mostrando timidez en sus ataques. Sin embargo, la acción dentro del ring se vio opacada por la violencia que se desató fuera de él.

El caos se apoderó del ringside

En el cuarto round, el árbitro detuvo la pelea al notar una trifulca entre los espectadores. A pesar de los intentos por controlar la situación, la violencia no se detuvo, lo que llevó al árbitro a tomar una decisión drástica: bajar a los boxeadores del cuadrilátero y suspender el combate sin decisión.

Consecuencias del escándalo

La suspensión del combate entre Canónigo y Lucero no fue la única consecuencia del incidente. La segunda pelea de la noche, entre Sebastián Bonifacio y Mateo Soto, también se suspendió por motivos de seguridad.