El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, analizó la final de la Copa Libertadores ante Fluminense y expresó que el equipo de Jorge Almirón arriesgó poco, pero no le quitó méritos a los futbolistas en lo que fue la derrota en Rio de Janeiro.

A su vez, ratificó a Mariano Herrón como entrenador de Boca para el miércoles ante San Lorenzo y no detalló quién será el reemplazante de Almirón después de su renuncia, cuando el plantel llegó a Buenos Aires desde Brasil. Se revelaron varios nombres para el puesto pero Riquelme no deslizó nada al respecto.

"El miércoles ante San Lorenzo tenemos un partido muy difícil y el entrenador será Mariano Herrón. Le deseamos lo mejor a Jorge Almirón en su carrera pero ahora tenemos la cabeza en otro objetivo. Vamos a una cancha complicada y tenemos que hacer las cosas bien", declaró Riquelme ante la pregunta de quién será el nuevo DT.

"Los chicos no pueden sacarse de la cabeza el partido desde que llegamos. Es normal y duele mucho pero hay que aprender a aceptar cuando no te toca ganar. Es así este deporte", aseguró Riquelme como fueron las primeras impresiones de los jugadores en el entrenamiento de esta mañana.

Pero al que más defendió fue a Frank Fabra, expulsado en la final ante Fluminense por un manotazo, y destacó que fue uno de los más tristes por la derrota y de los que más se culpó por eso: "Fabra estaba llorando en el vestuario después del partido, y estaba muy dolido el domingo. Para mí es un jugador importantísimo y no me olvido de todas las cosas que hizo por el club para llegar hasta donde llegamos".

A su vez, analizó: "Fluminense fue un poco mejor que nosotros y Boca arriesgó poco dentro de la cancha, lo analizo como hincha, pero esto es así. Estábamos muy ilusionados y no se dio. El objetivo era ganar la Libertadores pero ahora seguimos en competencia y estamos por jugar una semifinal y a pelear el torneo".

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