El estadio Monumental fue el escenario ideal para este momento de Argentina, y tras tanto festejos, se volvió a reencontrar de forma oficial con su público que colmó las tribunas desde temprano y mimó a su capitán, Lionel Messi, con ovaciones y aplausos en el encuentro ante Ecuador.

El clima comenzó con un recibimiento a pura silbatina para el la selección de Ecuador apenas pisó el campo de juego para la entrada en calor, pero rápidamente el foco cambió, porque el equipo de Lionel Scaloni salió al césped y el público exhibió toda su euforia.

Leé también: Volvió la cábala: De Paul y Paredes fueron recibidos por los hinchas en el Monumental

Los primeros cánticos, y al nivel de un estruendo, fue para el astro rosarino con el clásico "que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar". Y si, la gente no se conformó con las tres vueltas olímpicas en las últimas dos temporadas y quiere más.

Antes que por altoparlante dieran a conocer los equipos, hubo lugar para que las más de 86 mil almas se acuerden del eterno rival Inglaterra: "el que no salta, es un inglés".

El campeón del mundo se reencontró con su público

Posteriormente, se desató la serie de aplausos más larga que se recuerde en River. Nicolás Otamendi se quedó con el tercer lugar de los reconocidos, Emiliano "Dibu" Martínez se adueño de la segunda posición, mientras que el número uno fue para Messi, quien volvió a ser ovacionado y recibió reverencia por parte de la gente.

Con los equipos por salir a la cancha, bajó desde todos los sectores el "dale campeón" y ante algunos tibios silbidos del público ecuatoriano, los argentinos sacaron chapa del título mundialista de Qatar 2022 y le contestaron "gana una copa".

La acción comenzó en Núñez, la "Scaloneta" impuso su dominio y con cada destello de Messi y la movilidad del mediocampo (Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister), levantó al público y lo mantuvo expectante con la posibilidad de abrir el marcador.

El esfuerzo económico de quienes asistieron al estadio, arrojaron un clima familiar, el cual acompañó en todo momento con el "dale campeón", pero que demostró su apoyo cuando Argentina perdió la pelota: allí, el equipo de Scaloni relució un juego más áspero y, la hinchada se deleitó en cada cruce de Cristian "Cuti" Romero y Otamendi.

El clamor popular se volvió a encender cuando Lionel Scaloni mandó a pre-calentar a sus suplentes, apenas Ángel Di María abandonó el banco, el público lo ovacionó y pidió por su ingreso, el cual se dio luego de unos minutos y recibió una lluvia de aplausos mientras una leve garuaba amenazó con ser un condimento extra de un partido que hasta ese entonces tenía gusto a poco. 

A falta de 15 minutos, el ingreso de Julián Álvarez reavivó nuevamente la ilusión de los hinchas de llevarse el triunfo, pero no sería el atacante del Manchester City en el que les daría la alegría, ya que Messi, con un tiro libre exquisito, frotó la lampara e hizo explotar las gargantas de un Monumental que ya no resistía un resultado favorable.  

El final fue a puro repertorio para los seguidores de la "Scaloneta", que entonaron el histórico "Argentina es un sentimiento" y "Muchachos , ahora nos volvimos a ilusionar". Aunque la Selección no tuvo una noche brillante, como no se van a ilusionar si cada vez que su capitán toca la pelota, algo puede suceder como en el gol, como en la Copa América y el Mundial.