Almirón agotó el margen de error en Boca y Demichelis se aferra al Superclásico para construir su chapa en River
El Superclásico marcará un antes y un después para ambos entrenadores, aunque el Xeneize tendrá el jueves un nuevo desafío que será clave.
River venció a Boca en el Superclásico que se disputó este domingo en el estadio la Bombonera, en un encuentro que fue clave para las situaciones de los entrenadores Martín Demichelis y Jorge Almirón, aunque con resultados sumamente diferentes.
Por el lado del técnico de River, que afrontó semanas convulsionadas por los cortocircuitos con algunos referentes del plantel, parece ser que la victoria a domicilio ante el clásico rival le dará aire para pensar en el último tramo de la Copa de la Liga.
River, campeón en el torneo de la Liga Profesional, se ubica segundo en la Zona A a un punto del líder Independiente y cortó dos rachas importantes: la de no haber ganado como visitante en el actual certamen y la de cinco años sin vencer a Boca en la Bombonera.
No son detalles menores, aunque existe otro que le permite a Martín Demichelis comenzar a construir su chapa como DT del "Millonario": se impuso en sus dos primeros Superclásicos en el banco de suplentes de River, los dos que se disputaron esta temporada.
De esta forma, el ex defensor encaminó su rumbo en la institución de Núñez y logró dejar atrás el delicado momento que le tocó atravesar hace pocas fechas, con las eliminaciones en la Copa Libertadores y en la Copa Argentina incluidas.
Por el lado de Almirón, está claro que Boca no pasa por un buen momento futbolístico y todo indica que la suerte del entrenador está atada al partido de vuelta de las semifinales de la Libertadores, que será el jueves en Brasil después del empate 0 a 0 en la Bombonera.
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Si bien para medirse con River dispuso de un equipo alternativo, la derrota golpeó duro la imagen de un técnico al que ya no le queda margen de error. Además, lejos de la autocrítica, luego del partido habló de un encuentro "parejo" y su discurso fue contra el arbitraje, dado que se volvió a sentir perjudicado por las decisiones de los jueces.
Es un hecho que el principal objetivo de Boca hace años es conquistar la séptima copa. Es otro hecho que llegó a las semifinales de la mano de una actuación descollante tras otra de Sergio Romero en los penales. Ahora se le vendrá el choque del año y el "Xeneize" tendrá que estar a la altura. Si no, será difícil para Almirón lograr sortear un nuevo vendaval.