El recordado cantautor oriental Alfredo Zitarrosa -fallecido un 17 de enero de 1989- recorrió en su repertorio la historia de su país, la de la "América morena", el folklore clásico e incluso su biografía.   

No escaparon a su sensibilidad la figura femenina, el amor dentro de un contexto histórico y hasta la vida y la muerte de los animales.   

Después de iniciarse de niño cantando pasodobles con registro "de soprano", según su confesión en una entrevista, se metió de lleno en el folklore y dejó registros notables en "Recordándote" o "Si te vas/No te vayas así", tema este último grabado también por Los Chalchaleros.  

Caracterizado por lo general de negro, acompañado por notables guitarristas sobrios como él, peinado a la gomina, es considerado por algunos estudiosos de su obra como "el auténtico Gardel uruguayo", obsesionado por la milonga.  

El exilio de Zitarrosa en la Argentina: principio y final del alejamiento del terruño

En "Sobre Almas y Pájaros" se ocupó de un amigo perdido a quien define como un cantor formidable, pero también de un canario que aquel amara y su trágico final.   

La sensibilidad de sus relatos queda evidenciada en la crudeza con la que cuenta el último paso del ganado vacuno cuando es llevado al matadero ("Uruguay For Export").  

La poesía ideológica quedó evidenciada en temas como "Doña Soledad" ("usted se puede morir/pero no quiera saber lo que cuesta un ataúd") o en "Coplas al compadre Juan Miguel", en homenaje a un amigo sindicalista del gremio que aglutinaba a los obreros zafreros del Departamento Artigas.  

La mujer aparece en distintas facetas en el cancionero de Zitarrosa: fatal, en "Stephanie", una historia real que le costó un disgusto y los dólares de un "cachet" por el amor a primera vista que le inspiró alguien cuya hermosura estaba al servicio de "la mala vida", según su confesión.  

"María de la noche" grafica la vida de las trabajadoras del sexo y una visión platónica aparece en Menina, que habla de una chica de ojos verdes, brasileña tanto como "Stephanie". 

"Jazmín del país" es la historia de un amor imposible, de una pareja separada de antemano por diferencias políticas y las guerras intestinas en la Banda Oriental: sugiere a otra mujer hermosa.   

Es famoso "El violín de Becho", que no le cayera del todo bien al homenajeado, y desborda de sentimiento "Canción para un niño".   

No puede soslayarse "Vaya con la diferencia", cuando el cantor refiere a las vidas de un caballo y un peón de estancia y, con distintos finales, concluye con un expresivo "¡la pucha que lo tiró!", en el mejor de los casos.  

Definido por el periodista Carlos Polimeni como "cantor gótico latinoamericano", Zitarrosa produjo además "Guitarra Negra", una cruda autobiografía y un homenaje a sus padres (el biológico y el adoptivo) denominado "Explicación de mi amor".  "Si ya no merezco cantar para ti/yo quisiera explicarte mi amor aunque tarde", le canta, en esas estrofas sin anestesia.   

Aquellos que siempre disfrutan con sus canciones, dado lo imprescindible de su voz y su mensaje de alta calidad musical y artística -un producto que escasea tanto estos días-, bien podrían rogarle a Zitarrosa como cantó en ese tema, dramáticamente: "¡Por favor, no te sigas muriendo!"