Manos emprendedoras
Una cooperativa textil de Catamarca nuclea a 35 mujeres que ponen en valor la recopilación de costumbres ancestrales de manufactura textil
Llevan en su mirada el esfuerzo de muchos años y sus brazos parecen pesarles después de tanto ir y venir con el hilo sobre los telares. Es que el trabajo en el telar se lleva en la sangre o no se lleva, y así lo sienten en Arañitas Hilanderas, una cooperativa textil que nuclea a 35 mujeres de la ciudad de Belén, ubicada en la provincia de Catamarca, conocida por la excelente calidad de sus tejidos y también como la “Cuna del Poncho”.
“En el 2001 comenzamos a trabajar en la elaboración de prendas con hilos de lana de oveja y pelo de llama, y en el 2008 se constituyó formalmente la cooperativa”, comenta Nora Arredondo, tesorera y una de las socias fundadora de la cooperativa.
Las Arañitas Hilanderas trabajan en el taller de lunes a sábado. Allí, se organizan en secciones y confeccionan todo tipo de alfombras, pies de cama, caminos de mesa, individuales, chales, pashminas, algunos ponchos para diseños, y lógicamente el poncho tradicional. En el primer sector se limpia la lana y se la prepara para luego pasar al sector de hilado, al mismo tiempo se trabaja en el desardado y luego en los telares, ya sea de peine o de tipo criollo. Por último, se realiza la terminación de las distintas telas y el planchado. Todos los insumos los provee la cooperativa que compra los vellones en bruto a productores de la zona. Los productos finalizados se colocan en el salón de exposiciones. “Debido al contexto de la pandemia, las ventas se llevan a cabo a través de las redes sociales. Además, realizamos desfiles virtuales con las prendas. Nosotros trabajamos mucho con el turismo, y al cerrar los negocios tuvimos que adaptarnos a la venta online”, explica Arredondo. La Arañitas Hilanderas tomaron un guante tan pesado como desafiante. Para continuar con el mejoramiento de los productos, tienen en carpeta un proyecto muy ambicioso: la construcción de un vivero con plantas para tintes naturales en el que ya están trabajando junto a los alumnos de la cátedra textil indumentaria de la Universidad Nacional de Buenos Aires. “Además, también se está pensando en trabajar sobre una línea de diseño de indumentaria denominado encapsulado, es decir con técnicas artesanales y agregados de otros elementos que no tienen que ver con la lana, como el hilo durex”, cierra Arredondo.