El empresario y coleccionista argentino Eduardo Constantini pagó una cifra récord por un cuadro de la artista Leonora Carrington en una subasta realizada por la casa Sotherby's de Nueva York. Se trata de Las distracciones de Dagoberto, por la que el fundador del Malba desembolsó 28,5 millones de dólares.

Con esta venta, la artista británica fallecida en 2011 superó su propio récord, que estaba en 3,3 millones de dólares en 2022. Este mismo lienzo fue vendido hace 30 años por menos de 500.000 dólares. Carrington, que se había nacionalizado mexicana, ya pasó a la historia como una de las pintoras surrealistas más valoradas, por encima de Dalí o Max Ernst, según Sotheby’s.

El coleccionista argentino Eduardo Constantini pagó una cifra récord por un cuadro de Leonora Carrington

La subasta del miércoles por la noche hizo saltar todos los pronósticos. En apenas 10 minutos de duelo, la oferta de Constantini, que estaba en la sala de Nueva York, se impuso por sobre la de una persona que hablaba por teléfono con Alejandra Rossetti, responsable de desarrollo de negocio de Sotheby’s en Miami, y un tercer competidor, que pujaba por teléfono con Jen Hua, vicepresidente de la casa para Asia y presidente para China, que entró cuando el cuadro ya había sobrepasado los 20 millones de dólares, según pudo reconstruir el diario El País.

La determinación del empresario argentino tuvo que ver con su propia historia. Hace 30 años, ya había intentado conseguir el cuadro de Carrington, pero le ganaron la subasta: “No quería perdérmela otra vez”, declaró.

Luego de quedarse con la obra, Constantini aseguró a La Nación que la obra se exhibirá en el Malba, "seguramente en la sala de surrealismo”. Antes de eso, la codiciada obra de Carrington participará el año próximo de dos muestras en el Rose Art Museum de Waltham, Massachusetts, y en el Museo de Arte de Filadelfia.

Esta subasta terminó de apuntalar una tendencia: la revalorización del arte creado en el siglo XX en México, especialmente por mujeres. Una senda encabezada por la figura de Frida Kahlo, cuyo cuadro Diego y yo, vendido por 34,9 millones de dólares, se convirtió en la obra más cara jamás vendida de un artista latinoamericano y en la segunda más valorada en el mundo creada por una mujer.