A principios de este año, un grupo de investigadores formado, entre otras personas, por expertos en ciberseguiridad de Google, consiguieron "hackear" la consola PlayStation Portal aprovechando un fallo en su firmware, que les había permitido ejecutar juegos de PSP a través de un emulador, gracias a que el sistema operativo que la consola usa como base es una versión de Android modificada.

Los investigadores aseguraron en su momento que no liberarían las herramientas necesarias para poder llevar a cabo esta modificación. O, al menos, no hasta que hubieran informado a Sony sobre el error.

Tras hacerlo, Sony ha conseguido subsanar el fallo, y con la última versión del firmware de la consola, ya no es posible ejecutar archivos ejecutables de tipo APK ni instalar el emulador que había permitido jugar a juegos de PSP.

Según uno de los investigadores que llevaron a cabo la modificación sobre la consola de Sony, Andy Nguyen, el proceso requería de la explotación de varios bugs presentes en el firmware de PlayStation Portal. Asegura que dichos problemas fueron "notificados responsablemente a PlayStation", y Sony ha liberado el parche que los soluciona con la versión 2.06 del firmware de PlayStation Portal.

Dicha actualización, además de introducir grandes mejoras de rendimiento que los usuarios ya han podido experimentar, soluciona las vulnerabilidades presentes en el código, y por tanto, elimina la posibilidad de instalar y ejecutar juegos de PlayStation Portal a través de un emulador. De este modo, el dispositivo vuelve a ser lo que Sony siempre quiso que fuera: una consola portátil destinada a ejecutar juegos de PlayStation 5 en streaming a través de la red Wi-Fi.

Mientras tanto, parte de la comunidad de usuarios parece estar algo molesta con los investigadores. Creen que notificar a Sony sobre los problemas fue un error, ya que de este modo se ha cerrado la puerta de manera permanente a transformar la PlayStation Portal en un dispositivo más versátil.