Un bombero jubilado de La Plata, fue víctima de una sofisticada estafa de phishing que lo dejó endeudado tras la gestión de préstamos fraudulentos a su nombre. Sin embargo, la justicia ordenó al banco devolverle el dinero sustraído e indemnizarlo con $1.500.000 más intereses por daños.

El fraude ocurrió en agosto de 2020, cuando ciberdelincuentes, haciéndose pasar por representantes de un concurso ficticio, obtuvieron sus claves bancarias. Con esta información, tramitaron dos préstamos por $500.000 y $41.600, además de un adelanto de haberes de $18.854, transfiriendo las sumas a cuentas de terceros.

El banco calificó al cliente como “torpe” y lo responsabilizó por haber proporcionado sus datos. Sin embargo, los jueces de la Cámara Segunda de Apelación en lo Civil y Comercial de La Plata rechazaron esta postura, argumentando que la entidad no cumplió con su deber de seguridad.

“El banco no puede deslindarse de los riesgos inherentes al sistema que impone a sus clientes”, afirmó el juez Jaime Oscar López Muro. La sentencia destacó que la falta de alertas y controles por parte de la entidad permitió el accionar delictivo.

El abogado de Pedernera, Marcelo Szelagowski, celebró el fallo como un avance en la protección de los consumidores, especialmente en casos de vulnerabilidad digital.

Qué es el phishing

El phishing es una técnica de estafa digital que busca engañar a las personas para que revelen información confidencial, como contraseñas, datos bancarios o números de tarjetas de crédito. Aquí están sus características principales:

  • Engaño mediante suplantación: Los delincuentes se hacen pasar por instituciones confiables (bancos, empresas, organismos oficiales) para ganar la confianza de las víctimas.
  • Uso de correos electrónicos o mensajes falsos: Se envían comunicaciones fraudulentas que parecen auténticas, a menudo incluyen logotipos o enlaces similares a los originales.
  • Captura de datos personales: Al hacer clic en enlaces, las víctimas son dirigidas a sitios web falsos donde se les solicita ingresar información sensible.
  • Promesas o amenazas: Los mensajes suelen incluir tácticas como premios, actualizaciones urgentes de seguridad o advertencias de bloqueos de cuentas para generar una reacción inmediata.
  • Canales utilizados: Además de correos electrónicos, los ciberdelincuentes usan mensajes de texto, llamadas telefónicas, redes sociales e incluso mensajes instantáneos para ejecutar el fraude.
  • Impacto económico y emocional: Las víctimas pueden perder dinero, enfrentar deudas fraudulentas o experimentar estrés debido al robo de identidad.

La clave para protegerse es desconfiar de mensajes inesperados, verificar siempre la autenticidad de las comunicaciones y no proporcionar datos personales a través de enlaces o llamadas no solicitadas.