“Yo viví una tortura, me separé con mi mujer, cerré la empresa. También la pasamos muy mal y el agobio periodístico era permanente. No teníamos nada que ver a nivel judicial”, dijo Nicolás Pachelo al pedir declarar cuando la fiscalía marcó que hay contradicciones en sus distintas versiones sobre la hora en que se fue del country Carmel donde él y la víctima vivían.

“Soy calentón, es distinto a asesino. Soy vehemente. No me gusta quedarme callado cuando algo no es así”, explicó en el banquillo de los acusados.

Lo que despertó la declaración de Pachelo fue que el fiscal Patricio Ferrari dijo que acomodó sus distintos horarios para tener una coartada, y contradicciones en el horario en que se fue del Carmel, donde vivía él y María Marta García Belsunce. 

Los distintos horarios surgen de escuchas telefónicas que pasó el fiscal de conversaciones que tuvo Pachelo con periodistas. Las primeras en 2003 dijo que se fue de El country a las 18.20, luego en otra charla a las 18.40.

Está probado que Pachelo sailó del country a las 18.59 del 27 de octubre de 2002. Según su versión, se fue a Capital para comprar junto a su madre un regalo para su hijo que había cumplido años el 25 de octubre.

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“Ella le compró en el mundo del juguete, a las 19.40 estaba en un local de Paseo Alcorta, tuve que haber entrado al paseo Alcorta a las 19.20/25, y para eso tuve que haber salido del country mucho antes”, dice Pachelo en una escucha con el periodista Eduardo Feinman.

La fiscalía marcó que al conocerse el informe de antenas telefónicas que lo ubican a Pachelo en Pilar a la hora del crimen, Pachelo cambió la versión sobre el horario de salida y lo ubicó a las 18.35 o 18.40. 

En una escucha registrada durante la investigación y exhibida en juicio, Pachelo informa ese horario de salida y que incluso regresó a poco de salir porque había olvidado la billetera, tras lo cual con su hijo se fue a Paseo Alcorta. 

“Si hay diferencias de horarios son mínimas, no es para buscar coartadas falsas”, dijo Pachelo quien le recordó al fiscal que no le iba a responder preguntas hasta que actuara de buena fe y aporte le listado de testigos que declaren en cada jornada de juicio.

“Yo no tengo nada que esconder ese 27 de octubre”, aclaró y detalló que ese día fue “a buscar el auto al house del barrio” que había dejado estacionado su mujer. “Fui corriendo porque lo había dejado sólo 5 o 7 minutos en la casa”, agregó.

También apuntó que las cámaras de seguridad del barrio no funcionaban porque el ingreso de su mujer con el vehículo por el barrio y sí en cambio cuando él se fue a las 18.59 aquel 27 de octubre de 2002.