Ya no sería necesario talar un árbol para leña, hasta de pie puede generar energía
Un revolucionario proyecto los convertirá en productores de energía eólica sin que haya que depredarlos para cambiar o perjudicar su estructura natural.
La tala de árboles y depredación de los bosques naturales, entre otras finalidades, para extraer energía podría evitarse gracias al descubrimiento de un hito para la humanidad que los convierte en generadores aun permaneciendo de pie.
Los árboles y los bosques son un recurso natural relevante por el papel que desempeñan en la conservación de la biodiversidad, la estabilización de los ecosistemas locales y la mitigación del cambio climático.
No obstante, hay algo que no podían hacer hasta que apareció un proyecto que busca exprimirles al máximo el potencial volviéndolos generadores de energía eólica sin dañarlos, ya que se aprovecha su movimiento natural generado por el viento.
La iniciativa se denominada Concept Crafted Creations combina la generación de energía renovable con el mantenimiento de los recursos naturales de una forma nunca vista, según pudo constatar la agencia Noticias Argentinas.
Usa un generador lineal que va conectado al tronco del árbol. Este dispositivo, que incorpora un eje con imanes permanentes y bobinas enrolladas a mano, origina electricidad a través del movimiento de las ramas generado por el viento.
Las ramas del árbol van unidas a cuerdas que se encargan de transferir la energía cinética a un sistema rotativo impreso en 3D. Este método transforma el movimiento en energía eléctrica.
El árbol vivo da energía
Los aspectos clave de esta propuesta son el movimiento natural, la eficiencia optimizada y la adaptabilidad.
En el primero se aprovechan los movimientos del tronco y las ramas, como la oscilación y la flexión, para elaborar energía.
Asimismo, en el segundo, el generador queda diseñado para maximizar la transformación de energía con bobinas enrolladas de manera precisa y un mecanismo de engranajes que extiende el movimiento.
Respecto del último rasgo, pueden conectarse varios generadores y ramas a un solo árbol para incrementar la generación de energía.
El proyecto todavía se encuentra en una fase de prueba de concepto, pero el prototipo inicial arroja resultados óptimos.
El objetivo de la iniciativa en establecer colaboraciones con otros expertos en energía renovable para ir perfeccionando su diseño y explorar nuevas aplicaciones.
El sistema actual todavía presenta retos, como mejoras en la eficiencia y la adaptabilidad a diversos tipos de árboles y condiciones climáticas.
Además, será vital analizar la viabilidad económica de la tecnología y su impacto a largo plazo.
Con una iniciativa que se sale de lo usual, logran convertir los árboles en generadores de energía.
Es un hito para la humanidad comparable con la "hoja artificial" que produce oxígeno en cualquier lugar: así van a convertir los edificios en árboles.
Deforestación
La deforestación ha hecho perder más de 6 millones y medio de hectáreas de bosques en el mundo. Y en Argentina, se contabilizaron 212.000 hectáreas menos.
En 2014 se realizó un compromiso mundial por el cual más de 30 países firmaron la Declaración de Nueva York sobre los Bosques, que tenía como objetivo acabar con la deforestación para 2030.
Sin embargo, desde entonces los bosques de nuestro planeta no dejan de desaparecer.
Los bosques nativos de Argentina siguen perdiéndose en zonas donde está prohibida la deforestación por su alto valor de conservación, en las cuales se avanza con el cambio de uso del suelo para actividades agropecuarias, forestales, urbanísticas y viales.
Luchadores contra el cambio climático
Además de tener un papel vital en la lucha contra el cambio climático, equilibrando el clima global, los árboles desempeñan un papel vital absorben dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero.
Al absorberlos y almacenarlos en sus troncos, hojas y raíces, contribuyen a la reducción de la cantidad de este gas nocivo en la atmósfera, lo que a su vez ralentiza el calentamiento global.
Los bosques del mundo son férreos gladiadores en la lucha contra el cambio climático, ya que absorben alrededor de un tercio de las emisiones de CO2 producidas por los humanos cada año.
También cumplen un rol vital en la recarga de los acuíferos: retienen el agua durante las lluvias, una característica que hace que los árboles permitan que el agua se filtre lentamente a través del suelo, ofreciendo una recarga a las reservas subterráneas de agua dulce.
Regulan la temperatura del planeta. Tienen la capacidad de ayudar a enfriar las zonas circundantes y mitigar los efectos del calentamiento global, al brindar sombra y liberar agua a través de la transpiración.