Luis Mario Vitette volvió a referirse al robo del Banco Río y opinó sobre el robo actual diciendo que arruinó su vida y que le costó 60 años darse cuenta.

En comunicación con Beto Casella en el programa Rock and Pop, Vitette explicó que debido a su pasado que lo condena, en el presente está casado, su esposa estudia dos carreras y su hijo Lucianito de 8 años y medio va a la escuela, mientras que él, pasa el tiempo en su taller.

Además en respuesta a la pregunta de la cercanía de la pared de 5 metros mencionó: “Sabes que el error que cometimos todos con la tecnología y el teléfono, pero a esas profundidades no andan los GPS, no anda nada. Entonces los tuvieron el mismo problema que tuvimos nosotros, que fue un problema de orientación”

“En el comienzo de ese túnel de 150 metros, un centímetro en la prolongación de los 150 metros son 10 metros. Entonces nosotros sacamos una varilla también, pero encima en la vereda, fuera del Banco Río, lo pueden consultar. Estaba Beto de la Torre, que tenía una moto grande y él hacía como que la moto no le arrancaba. En tanto, había ido munido de una maceta para que cuando asomara la varilla nos avisara que había asomado”, dijo el hombre.

Asimismo, añadió: “Entonces la volvió a remachar para adentro y nosotros ya tomamos un punto de referencia. Estos muchachos, después del tremendo trabajo, y por supuesto que estamos hablando de la comisión de un ilícito, de un delito. Pero bueno, fue un tremendo trabajo, tuvieron el mismo problema que nosotros, desorientación, pero no lo resolvieron tan bien” 

Por último, agregó: “De cualquier manera, anoche escuché algunos comentarios en medios extraoficiales donde también cometieron el mismo error que nosotros. Apagaron los celulares que usaban. Entonces la antena de influencia ve cuántos celulares se apagaron, y ya más o menos tiene. Lo que pasa que como no es delito lo que han hecho hasta ahora, son actos preparatorios, no los van a poder condenar. A lo mejor se comen un proceso, porque el fiscal va a decir que también fueron culpables de los golpes que Fernández le dio a su esposa para poder retenerlos, pero en realidad no, es un proceso y nada más”.