Una nueva onda en la moda inicia la despedida del clásico jean de mujer
Bajan del Hemisferio Norte, tendencias que se apoyan en formatos de siluetas acampanadas, tonos chocolate y pana.
Para esta temporada, los jeans ajustados están quedando de lado en los vestuarios femeninos y comienzan a ser reemplazados por otros estilos, como los pantalones de pana.
Es la tendencia del otoño-invierno que baja desde el otro lado del Hemisferio y afirma a los pantalones de pana como opción ideal al jean, cuyo predicamento empieza a perder adeptos.
Las claves de las nuevas telas que ganan espacio entre los jóvenes, y, sobre todo en las clases sociales más acomodadas, radican en siluetas acampanadas, los tonos chocolate y pana.
Se comenzó a usar el marrón chocolate combinado con otras prendas en diferentes texturas, como el denim, la lana o la piel, a fin de obtener un efecto renovado del total look monocromático.
Otra posibilidad sería mezclar tonos crema con los estampados de cuadritos, un buen estilo para las personas que no tienen complejos y se animan a la estética bucólica.
También se los combina con botas mosqueteras y de estilo bombacho por dentro, de modo de obtener un estilo pirata, no recomendable para quienes no les gusta llamar la atención.
Modernizar placards
Los tres diseños de pantalones que asoman como elegantes y confortables, ideales para usarlos en cualquier evento, buscan un lugar en el placard femenino.
Así, vuelven con fuerza los estampados animales y por supuesto los pantalones son infalibles.
En este caso, son amplios con un corte fluido que te permitirá un movimiento libre y cómodo.
Los confeccionados en lino aportan mucha frescura y si, además, cuentan con cintura alta hacen que se adapten al cuerpo.
Lo positivo de este estilo de pantalones es que se pueden combinar con camisetas básicas y sandalias para un estilo relajado y chic.
Para las románticas, los pantalones blancos bordados traen ese toque.
En este caso también lleva confección con lino, por lo que son frescos y favorecen la caída.
Se combinan con un top negro para crear contraste sofisticado, y también se puede hacer con una blusa blanca para un look monocromático.
Clásico y antiguo
En la catedral de las modas se ha dado un campanazo que le mueve el piso a una clásica forma de vestirse de sport, extendida durante las generaciones que se alternaron en los últimos tres siglos.
Inventado en 1873 por Levi Strauss y Jacob Davis, y patentado el 20 de mayo de ese año, su origen en realidad se remonta a 1800, cuando en Nimes, Francia, se creó el denim, un tejido de algodón en sarga que aplicó al diseño de pantalones de trabajo resistentes y duraderos para proteger a los mineros de San Francisco.
En esa tela rústica se inspiró Levi Strauss al fundar la empresa Levis.
El sastre Jacob Strauss, quien compraba rollos de denim a Levi para reparar los pantalones rotos de los trabajadores, le propuso poner remaches en cobre en puntos de tensión.
Fue el inicio de los jeans, a los que en un principio se los llamó "overoles de cintura".
Recién se popularizó como ropa casual en la década de 1950, popularizados por actores como Marlon Brando y James Dean.
En los años 60 y 70 se convirtió en una prenda distintiva de la contracultura hippie, y en los ´80 se difundió la ropa desgarrada y decolorada como símbolo de una actitud espontánea y descontracturada.