El topógrafo del Perito Moreno que marcó el límite con Chile, a la sazón primer intendente del parque nacional Nahuel Huapi y cofundador y primer presidente del Club Andino Bariloche, Emilio Frey, construyó en 1916 su casa frente al lago Nahuel Huapi, en el km 15 de la avenida Bustillo, al oeste de Bariloche, y hoy se erige un museo y tienda de ropa de la marca de ropa outdoor Patagonia.  

La Casa Frey se puede visitar gratis de lunes a domingos de 10 a 21, y allí se brinda asesoramiento sobre "experiencias turísticas responsables" y deportes de agua y montaña.

Calificada "joya arquiitectónica" por el responsable del Archivo Visual Patagónico, Federico Silin, se destaca entre las construcciones estandarizadas, con techo a dos aguas, que se hacían a comienzos del siglo XX

Seguía un estilo señorial, como las de puerto Varas.

En 1910, Frey y su esposa Rosa Schumacher compraron el lote 45 de la granja de la familia Runge, ubicada en la ladera del cerro que lleva su nombre.

Seis años después, convocaron al italiano Primo Capraro, que los había presentado, a fin de que levantara un “chalet” "a la suiza".

Propuso utilizar madera de ciprés y de alerce para las tejas, las que llevaron terminaciones finas de carpintería y fueron profusamente ornamentadas. Las ventanas son de estilo inglés y abren hacia arriba.

El chalé, como otros hechos en las afueras de la ciudad, pertenecía a un conjunto muy pintoresco para la época.

"Los lotes pastoriles comenzaban ni bien terminaba la fracción de Primo Capraro, en el actual Centro Cívico", narró Silin.

Loteo con historia

"Todos esos terrenos, que eran lotes agrícolas, culminaban del otro lado del cerro Runge. Cada lote pastoril eran 625 hectáreas.

A partir de la década del 20, en ese sector, los lotes empezaron a subdividirse. 

La primera venta de un fraccionamiento fue realizada por Runge a Oswald Lauersdorf a fin de que pudiera construir el chalet La Gloria, a pocos metros de la casa de Frey.

El camino al Llao Llao atravesaba la casa. No, como ahora, la costanera.

Los Frey mantuvieron intacto durante muchos años el fraccionamiento.

 Estaba en consideranción la expropiación para construir el llamado ‘camino internacional’ en los 30 (lo que sería la actual Bustillo), que comunicaría a Bariloche con Frías por el Brazo Esperanza, desde Bahía López", describió el titular del Archivo Visual Patagónico.

La casa de dos plantas con un sótano, levantada en pilotes de coihue, hoy avenida en museo, se realizó en una etapa pionera de la construcción, con una fuerte escuela centroeuropea.

Si bien aguanta la humedad, poco a poco se empezó a inclinar.

Escuela chilota de madera

"Capraro trabajaba con carpinteros de la escuela chilota de madera, discípulos de los maestros carpinteros alemanes que desembarcaban en el sur de Chile. Esa escuela se iba desparramando y Bariloche fue uno de esos tantos lugares. En el Nahuel Huapi comenzaron a desarrollar esa escuela", afirma Silin.

"La carpintería fina de la casa por fuera estuvo a cargo de un maestro carpintero, Cayetano Speranza, quien trabajó con Capraro muchos años. El  Art nouveau era su sello, llevado a las formas de la flora nativa. Por eso, las columnas de los balcones tiene forma de pinitos y los contramarcos tenían peces. Un estilo victoriano", describió.

Las construcciones más destacadas de Capraro constaban en un álbum armado en 1930, que entregaba a las visitas ilustres que pasaban por su casa, en el que sobresalía el "Chalet Los Cipreses".

Por entonces, Frey había trabajado en la demarcación de límites y fue el primer intendente del parque nacional, intendente municipal y hasta había sido secretario de Fomento antes de la intendencia.  

En 2014, la familia puso en venta Los Cipreses, contó la bisnieta de Emilio Frey, Isabelle Bovey. Fue al morir su abuela y el motivo era que no podían afrontar los costos de mantenimiento desde la residencia en Suiza.

Filtraron a muchos interesados por no ajustarse a la pretensión de que apareciera alguien respetuoso del lugar, que hiciera algo respetuoso, y vinculado a la historia familiar. Que estuviera enamorado del jardín de rosas de la abuela.

Transcurrieron varios años hasta que regresara a Bariloche con su madre. Fue en 2022, y "en ese momento, ella me dio la responsabilidad moral de Los Cipreses y, poco después, falleció".

Así fue como ofertaron los representantes de una marca de ropa outdoor de Estados Unidos, bajo el compromiso de restaurar la casa con materiales de primera calidad, al igual que el jardín y la huerta. Y, recién ahí, indicó, se decidió a vender.

Los nuevos dueños emplearon técnicas y materiales de la época para recuperar el estilo original de Casa Frey, realizaron trabajos de jardinería y paisajismo para la preservación de las especies nativas y "el jardín de Rosas".