Por Gabriela Torres (*)

Luego de un año difícil, comienza el verano y es época de descanso y de reunión para una gran cantidad de personas en la Argentina.

Y con el verano, llegan las campañas publicitarias de alcohol que proponen una experiencia de diversión y de amistad.

Así, nuestra arraigada asociación cultural entre consumo de alcohol y celebración toma impulso, y nos hace avanzar un paso más hacia la naturalización de su consumo, el excesivo en particular.

El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por los argentinos y la de mayor acceso y disponibilidad. Barato y al alcance de cualquiera. Un problema que no es solo una cuestión de adultos.

En nuestros días, la edad promedio de inicio en el consumo es la de 13 a 15 años, chicas y chicos apenas salidos de la niñez, que ven al consumo de alcohol como algo natural, como una situación que sucede todo el tiempo y en todas partes.

De esta manera y casi sin darnos cuenta, nos ubicamos como el primer país en consumo de alcohol de Latinoamérica, y el tercero de todo el continente.

Ante este escenario, cabe preguntarnos qué nos pasa. ¿Para qué bebemos de más? ¿Qué es lo que viene a "tapar" el consumo excesivo de alcohol? ¿Sabemos que, en menores, el consumo de alcohol siempre es "de riesgo" porque aún en mínimas cantidades, afecta al organismo en desarrollo y aumenta considerablemente el riesgo de dependencia en la edad adulta? ¿Existen voces adultas de cuidado?.

Creo que son buenas preguntas para reflexionar este verano.

Desde nuestro lugar, Sedronar presenta la campaña "Verano Cuidado", que articula acciones en toda la costa atlántica para cuidar a las y los más jóvenes de los excesos. Cuestiones como la habilitación de fiestas y eventos; la presencia de espacios de cuidado; el acuerdo con comercios locales; y la capacitación al personal de seguridad, salud, turismo, guardavidas y nocturnidad, serán los ejes de nuestro trabajo en común con la Provincia y los municipios.

Estamos abocados a llevar adelante estrategias que cuiden a quienes consumen esta sustancia psicoactiva, pero necesitamos que toda la sociedad asuma su rol y sea corresponsable en la prevención y el cuidado, sobre todo, de nuestras y nuestros jóvenes.

Es importante que como sociedad nos detengamos a pensar sobre el riesgo de experimentar excesos, un problema que invariablemente tiene consecuencias físicas, emocionales y sociales. Ningún joven debe consumir "hasta morir", como dicen a veces.

Hay quienes nunca han tenido la posibilidad de que alguien les dijera que estaba bien que, si van a tomar alcohol, coman algo antes, intercalen con agua, tomen despacio; que, si están en auto, designen a un conductor responsable que maneje y no consuma alcohol u otras drogas; que si una persona se encuentra mal, no se la debe dejar sola, sino que se la pone de costado, abrigada, y se solicita ayuda.

Por eso nos urge la necesidad de un acuerdo entre adultos para cuidar a las y los jóvenes, porque están muy solos respecto a lo que consumen y a lo que creen que es el consumo.

"Verano Cuidado" es una política pública, y un pedido: seamos defensores de nuestros adolescentes, de nuestros jóvenes, de nuestras jóvenes. Ayudemos para que cualquier persona pueda elegir tener una vida más saludable. Ese es el objetivo de nuestro trabajo.

(*) - Secretaria de SEDRONAR.