En medio de una declaración indagatoria, un imputado en una causa por abuso sexual agravado intentó clavar una lapicera en el cuello de la ayudante fiscal Lorena Pecorelli. Una oficial presente en la declaratoria logró salvarla y evitar una tragedia.

Pecorelli está a cargo de la Ayudantía Fiscal de Delitos conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming de La Matanza y este sábado, junto con detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) realizó dos allanamientos dónde detuvieron a un sospechoso de haber filmado escenas de abuso sexual infantil.Según se desprende de la causa, el material filmado habría sido enviado a Estados Unidos para una presunta comercialización en redes de pedofilia.

El hecho ocurrió en el día de ayer cuando el acusado fue trasladado a la Ayudantía Fiscal para ser indagado en ese momento atacó a la ayudante fiscal.

De acuerdo a la denuncia que realizó Pecorelli, el acusado se sacó la campera y comenzó a frotarse las manos sobre su falda. “Se puso hostil y agresivo. Después se abalanzó sobre el policía que custodiaba la zona con intención de neutralizar al uniformado y poder escaparse”, detalló la funcionaria. Minutos después, el hombre comenzó a gritar, empujó el escritorio y agarró una birome. “La empuñó y acercó la punta hacia mi cuello”, indicó la víctima del inesperado hecho de violencia.

El oficial Brian Notario logró abalanzarse sobre el atacante y le dijo a la fiscal que pida auxilio. “Doctora, vaya a pedir ayuda”, gritó. Inmediatamente Pecorelli solicitó asistencia de más policías, quienes ingresaron a la oficina y redujeron al agresor.

Además de la denuncia por almacenamiento y distribución de imágenes de material de abuso sexual infantil, el detenido es investigado por el abuso de una niña, que fue localizada por los detectives en una de las viviendas cercanas a la casa del sospechoso arrestado.

En primera instancia se barajó la hipótesis de que el hombre encontraba a sus víctimas en las inmediaciones de su casa y que filmaba al menos una parte de las escenas para luego enviarlas a usuarios conectados en los Estados Unidos a la red internacional de corrupción de menores.