En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el 64% de los centros de salud no contaba con camas disponibles de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y la tasa de ocupación del servicio alcanzaba el 97%, en medio de la "segunda ola" de coronavirus en el país.

Así lo indica un estudio realizado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) el pasado 30 de abril, en el que la carencia de camas de UTI se observaba en el 59% de las instituciones públicas y en el 64% de las privadas en esa región.

Se trató de una encuesta nacional que realizó la entidad a las instituciones en forma voluntaria y no se propone cuestionar estadísticas oficiales, indicaron sus responsables.

La Ciudad de Buenos Aires registraba una ocupación de 96,32% y 95,31% en la provincia.

Otras regiones con alta ocupación de UTIS mencionadas en el estudio son Mendoza, con 95,40%; San Juan, con 94,12%; Santiago del Estero, con 88,42%; Córdoba, con 87.25%; Santa Fe, con 87,17%; La Pampa, con 80,90%; San Luis, con 79,75% y Chubut, con 77.27%.

En tanto, el porcentaje de pacientes con COVID-19 fue de 77,7% y el requerimiento de Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM) alanzó el 84% y el porcentaje de expansión de camas fue del 7%.

Se observó además una disminución en el promedio de edad de los pacientes, que era de 54 + 9 años. SATI concluye que "la ocupación de camas en las diferentes provincias fue heterogénea, algunas provincias superaron el 90% (Buenos Aires, CABA, Mendoza, San Juan); otras estuvieron por debajo del 70% (Jujuy, Río Negro)".

En cuanto al régimen de visitas, se observó que el 52% de las instituciones las permitieron, el 26% no y el 21% sólo autorizó el último adiós.

Al mencionar la disponibilidad de insumos médicos, se señala que el 27% manifestó faltantes de sedantes, el 16% de bloqueadores neuromusculares, y el 11% de analgésicos, mientras que sólo el 20% de las instituciones dijeron no sufrir faltantes.

Entre las conclusiones del estudio se menciona "Una alta ocupación de camas, principalmente por pacientes COVI0D-19, con alto requerimiento de ARM, y un menor número de camas para pacientes no COVID-19" y se señala que "este nivel de ocupación fue heterogéneo en todo el país".

También se marca "un importante déficit de insumos, fundamentalmente de sedantes, bloqueantes neuromusculares, y analgesia".

Los responsables del trabajo aclararon que se trata de "sólo una muestra, por lo que no es prudente extraer conclusiones por encima de las estadísticas oficiales".