Tras 18 años en coma, falleció el espectador que fue aplastado durante un recital de la Bersuit
Pablo Cordero tenía 20 años cuando fue aplastado por una avalancha durante un show de la banda en Mendoza.
Un espectador que había sido aplastado como producto de una avalancha durante un recital del grupo de rock Bersuit Vergarabat en Mendoza murió luego de permanecer 18 años en coma. Pablo Cordero tenía 20 años en 2003 cuando sufrió graves heridas durante el recital celebrado por la banda en el Estadio Pacífico, de Mendoza.
La muerte de Cordero, ahora con 38 años, se produjo este lunes en la ciudad San Rafael, de donde Cordero era oriundo, informó el sitio Mendozapost. Por el hecho ocurrido en 2003, la banda fue condenada por la Justicia y no pudo tocar en Mendoza.
No obstante, Gustavo Cordera, líder del grupo, pudo actuar en la provincia en 2016 gracias a un acuerdo extrajudicial. El trágico hecho se produjo el 12 de abril de 2003, cuando la Bersuit Vergarabat ofreció un recital en el Estadio Pacífico, sobre la calle Perú. Cordero sufrió graves politraumatismos y un paro cardiorrespiratorio, que lo postró y lo dejó en estado de coma durante 18 años.
Por el hecho, la Cámara de Apelaciones en lo Civil condenó al club San Martín, dueño del estadio, a la Municipalidad de Mendoza y a todos los miembros de la banda a abonar 1,8 millones de pesos de indemnización a la familia de Cordero.
En el fallo resolvieron que había habido sobreventa de entradas y la capacidad del estadio había sido ampliamente superada, con más de 6 mil personas en el interior. Los camaristas expidieron este fallo 10 años después del trágico hecho.
La municipalidad afrontó el total del pago de la indemnización a la familia Cordero y posteriormente inició acciones legales contra los miembros de la banda y el club. En un primer fallo, la Cuarta Cámara de apelaciones en lo Civil, había señalado que la instalación de vallados provocó un "verdadero cuello de botella ".
Además, no se proveyó ambulancias ni servicio de emergencia médica, por lo que el joven Cordero tuvo que ser llevado al hospital en un móvil policial y no se le pudo practicar medicina de emergencia en el lugar por inexistencia del servicio", sostuvieron los camaristas.
También se consideró que durante el recital "no se proveyeron medidas de aireación ni ventilación mínimas, no se proveyeron salidas adecuadas, no se proveyeron puertas batientes con apertura hacia el exterior; no se respetaron las medidas mínimas de las aberturas de egreso, falencias todas imputables al organizador del evento".