Una enfermera murió tras ser atropellada y arrastrada a lo largo de varios metros por una moto en la localidad bonaerense de Wilde. El trágico episodio ocurrió el pasado jueves al mediodía en la esquina de Crisólogo Larralde y Matanza. En ese lugar Griselda Barretta, de 58 años, estaba cruzando la calle cuando fue embestida por un repartidor de 41 años.

Por el impacto, la enfermera del Hospital Zonal General de Agudos "Eduardo Wilde" quedó montada sobre la parte delantera de la moto, mientras el hombre intentaba no perder el control del vehículo y poder frenar. Varios metros después, en la esquina de Boulevard de los Italianos, la moto frenó y Barretta cayó al asfalto.

El motociclista se quedó en el lugar y aguardó la llegada de la ambulancia: el marido de la mujer, también enfermero, fue uno de los primeros en asistirla. Primero llegaron los bomberos y después una ambulancia del SAME, cuyos médicos intentaron reanimarla y la trasladaron hasta el Hospital "Presidente Perón" (anteriormente conocido como Finochietto), pero las heridas provocadas por el accidente ya le habían causado la muerte a la enfermera.

"Habrá pasado rápido por acá... Porque si no frenó y se la llevó media cuadra puesta. La quebró toda. Era una mina laburante, era el sostén de la familia. Mi papá, que también es enfermero, no puede entender: tenía ganas de matarlo, pero estaba enfocado en tratar de salvarla", manifestaron las hijas de la víctima, que se quejaron de que "la ambulancia tardó más de media hora".

Al ser consultada sobre el hombre que manejaba la moto, las jóvenes afirmaron: "Queremos que se haga justicia. Pero sabemos que él va a salir, a pesar de que nos cagó la vida. Hay que preguntarle qué le pasó por la cabeza, cómo no la vio". La causa está caratulada como presunto "homicidio culposo" y tiene al conductor de la motocicleta como único imputado.