El prestigioso medio británico encaró un reportaje especial sobre la segunda ola de Covid-19 en el país, firmado por Uki Goñi, a partir de que "los casos han aumentado de un total diario de alrededor de 5,000 a principios de marzo a un récord de 35,000 esta semana, en medio de restricciones relajadas y una baja tasa de vacunación".

Entrevistó a tal efecto a una médica del hospital público Fernández, Vanina Edul, estando en plena actividad de cuidados intensivos  a la 1 de la madrugada y a un colega jefe del área en el hospital privado Otamendi de Buenos Aires, Arnaldo Dubin, y los testimonios recogidos los contextualizó con datos estadísticos y un análisis sobre la resistencia social y la disputa política que condicionan la adopción de buenas decisiones para encarar el difícil momento.

El artículo pone de relieve la diferencia de esta segunda ola con la primera, un año atrás, que encontró la médica de 47 años, al recordar que el primer paciente que vio morir de Covid el año pasado “tenía 60 años y nos sorprendió porque era joven para esa época”.

Pero con las variantes brasileña y británica circulando ampliamente, ahora, los pacientes en el hospital Fernández están muriendo más rápido y más jóvenes: una víctima reciente tenía solo 42 años.

Narró la doctora Edul: “Veo a gente morir en menos de una semana, pacientes jóvenes que no responden al tratamiento. Usted administra oxígeno, hace todos los mecanismos, los pone boca abajo, boca arriba, pero no funciona. Luego hay otros pacientes cuyo nivel de oxigenación no es tan malo, pero mueren de todos modos”.

La nota subraya que esta segunda ola devastadora de casos de Covid tomó a Argentina con la guardia baja, restricciones relajadas y una baja tasa de vacunación, en el marco de un ascenso del país al tercer lugar en casos diarios en muertes por Covid después de India y Brasil, y cuarto, después de India, Brasil y Estados Unidos.

De modo que en relación con la población, Argentina ahora tiene el mayor número de muertes por Covid por día en el mundo, con 16,46 por millón el martes pasado, superando con creces a su vecino gigante Brasil, que registró 11,82 por millón.

La proyección de estos últimos números vaticinaría "una catástrofe total en 10 días”, según la médica. Y hace cuentas: "Treinta y cinco mil casos nuevos el martes significan que 1.500 pacientes ingresan a cuidados intensivos en 10 días, y no sé dónde los vamos a poner".

UCI al límite

El artículo llama la atención acerca de que las unidades de cuidados intensivos ya están al límite en toda Argentina, con más del 90% de las camas de UCI ocupadas en las principales provincias de Buenos Aires, Córdoba, Neuquén y la capital, según un censo realizado la semana pasada por la Sociedad Argentina de Cuidados Intensivos (SATI). 

Además, que los pacientes de Covid se desbordan en las salas de pediatría o cardiología y, a veces, incluso en los pasillos de los hospitales.

“Argentina se encuentra en una situación de colapso sanitario. Nuestros hospitales están desbordados y el eslabón débil de la cadena son nuestras unidades de vehículos intensivos, que tienen insuficientes recursos tecnológicos y humanos, insumos o medicinas ”, dijo Arnaldo Dubin, jefe de cuidados intensivos del hospital privado Otamendi de Buenos Aires.

Agrega: “El marcador de este colapso es el aumento abrupto de la mortalidad: algunas regiones están reportando una tasa de mortalidad del 75% en cuidados intensivos”.

El periódico extrae como conclusión al respecto que "los pacientes argentinos de Covid se están desbordando en las UCI improvisadas instaladas en salas de pediatría o cardiología y, a veces, incluso en los pasillos de los hospitales".

Y que, "a pesar de las cifras espantosas, pocos argentinos parecen ser conscientes de la gravedad de la pandemia, dijo Edul: muchas personas están ignorando las restricciones, asistiendo a fiestas clandestinas o negándose a usar una mascarilla.

Dubin es lapidario: "Estamos siendo testigos del fracaso de una sociedad necia y obstinada, una sociedad deshumanizante, en la que nuestros propios intereses son habitualmente privilegiados por encima de los de nuestros vecinos".

Es más: comenta la nota que la situación se ha visto agravada por la politización de la pandemia, con las elecciones legislativas de mitad de período que se acercan y los aspirantes a presidente para las elecciones generales de 2023 ya compitiendo por la nominación.

Analiza: la coalición de oposición política de centroderecha de Argentina Juntos por el Cambio ha luchado con uñas y dientes contra las restricciones que la administración peronista progresista del presidente Alberto Fernández ha tratado de imponer, alegando que las medidas de salud son una restricción de las libertades personales.

Recuerda lo que el mandatario dijo el martes: “No le estoy quitando la libertad a nadie”, sino que "estoy aplicando los recursos que recomienda la ciencia".

Continúa la puesta en contexto político: en las últimas semanas, la oposición luchó contra Fernández hasta llegar a la Corte Suprema y revocar un decreto presidencial que cerraba las escuelas como parte de un paquete de restricciones para combatir la segunda ola, argumentando que el contagio en las aulas es insignificante. El Tribunal permitió que las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires siguieran dando clases.

El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quien espera ganar la nominación de la coalición para la presidencia en 2023, luchó particularmente duro contra el cierre de escuelas, esperando no ser superado por otros aspirantes a la presidencia dentro de su coalición, como la exministra de Seguridad Patricia. Bullrich, quienes son aún más críticos con la actual administración peronista.

La doctora Edul grafica tal debate con lo que ve desde la intimidad del nosocomio: “Hay una actitud de: 'La gente va a morir, pero tengo derecho a seguir con mi vida como solía hacerlo'". 

Aunque acota: “Entiendo a las personas que necesitan ir a trabajar en medio de esta tremenda crisis económica, pero el descontento social de una gran parte de la población es simplemente enojo por las restricciones en su vida diaria".

Lamenta asimismo que "los políticos se están aprovechando de eso, confundiendo a la gente con información errónea".

Médicos como Dubin y Edul desearían que el gobierno nacional estuviera presionando para lograr controles aún más estrictos. 

“Las restricciones impuestas por el gobierno nacional son insuficientes y, en cualquier caso, no se están respetando plenamente”, dijo Dubin.

Colapso médico

La alarmante escalada de la segunda ola de Argentina ya está pasando factura a los médicos de primera línea del país.

“Los médicos de cuidados intensivos en Argentina han entrado en un punto de fatiga terminal”, dice Dubin.

Edul asegura: “Algunos de mis colegas han muerto de Covid, otros sufren depresión o han intentado suicidarse. Muchos de los que trabajaban en tres hospitales diferentes han dejado uno debido al estrés ".

Ese agotamiento está contribuyendo a su vez a la alta tasa de mortalidad. “No importa cuántas camas adicionales pongan en las salas, lo que tenemos es un colapso del sistema porque no hay suficientes médicos”, dice Edul.

La propia Edul fue víctima del virus en junio pasado. “Sentí un dolor de garganta en el trabajo y decidí aislarme cuando llegué a casa”, dice. Pero fue recibida con abrazos por su esposo y su hija de tres años antes de que pudiera advertirles. Ambos también contrajeron el virus, aunque se recuperaron.

La vacunación avanza lentamente, con solo el 18% de los argentinos que han recibido al menos una dosis hasta ahora, principalmente el ruso Sputnik V y el chino Sinopharm, aunque AstraZeneca ha prometido administrar 4 millones de dosis antes de fines de mayo.

El panorama para Argentina parece sombrío. “Si se mantienen las restricciones y la gente se vacuna lentamente, hay motivos para la esperanza”, dijo Edul. 

El broche del artículo plantea la gran duda por lo que sigue: "Me pregunto si el gobierno podrá mantener las restricciones debido a la resistencia social y política".