Un hombre de 47 años que mantenía como rehenes a empleados judiciales en una dependencia judicial de Florencio Varela se entregó esta tarde a la Policía luego de tres horas de tensión, sin que se produjeran heridos.

Así lo confirmó el fiscal Hernán Bustos Rivas, quien señaló que el hombre utilizó como "escudo humano" a una joven empleada, a la que mantenía tomada con sus manos, mientras le apoyaba el filo de un cuchillo carnicero sobre su cuerpo.

El hecho ocurre en la Defensoría Civil 24, ubicada sobre la calle General Lavalle al 300, esquina Paz, de la mencionada localidad de la zona sur del conurbano.

"Tenía un discurso delirante, lo que dificultó la negociación", señaló el fiscal a la prensa, mientras indicó que el hombre había violado una restricción de acercamiento a su esposa, tras ser acusado de violentarla tanto a ella como a su hija.

Los voceros señalaron que los empleados que fueron tomados como rehenes son Sebastián Caballero, quien se desempeña como auxiliar letrado, y Agustina Galuedet, empleada de la mesa de entrada. Además indicaron las fuentes que el hombre había sido excluido de su domicilio y sobre él pesa una restricción dispuesta por el juzgado de Familia 1 de Florencio Varela y al lugar arribó el Grupo Halcón de la policía provincial, cuyos efectivos lograron finalmente controlar la situación, sin que se produjeran consecuencias.

En tanto, también acudió el fiscal Bustos Rivas, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Florencio Varela. Según el fiscal, el hombre mantenía un discurso delirante ya que "pasó de decir versículos de la Biblia a pedir una bordeadora para poder trabajar".

También señaló que el hombre "amenazó con matar a Agustina, una chica joven que entró hace poco tiempo a la dependencia". El hombre fue conducido a la comisaría primera de Florencio Varela, donde quedó a disposición del fiscal.