Tensión en Parque Patricios por el desalojo de una fábrica tomada por casi 200 familias
En el lugar hay más de 500 efectivos policiales, mientras que el Ministerio de Desarrollo negocia con los ocupantes para un desalojo prolijo y sin complicaciones.
Casi 200 familias se preparan para un desalojo en una fábrica tomada en el barrio porteño de Parque Patricios y más de 500 efectivos policiales de la Ciudad se movilizaron para controlar la situación.
Mientras las calles aledañas fueron valladas, el Ministerio de Desarrollo negocia con los ocupantes para un desalojo prolijo y sin complicaciones.
En el lugar hay 350 adultos y 100 niños que esperan no ser deshabitados del edificio tomado en 2004. Además, se contabilizaron que un grupo de casi 600 personas resisten al desalojo junto con las familias.
Este lunes por la tarde, en la víspera de la posible intervención, se realizó un festival y una vigilia para apoyar a las 170 familias que viven allí, algunas desde el inicio de la toma.
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Fue el jueves pasado cuando los habitantes fueron notificados de que el 31 de octubre iban a ser sacados de la fábrica de seis pisos, correspondiente al expediente al N° 97361/2010 del registro del Juzgado Nacional en lo Civil N° 60 a cargo del juez Fernando Cesari, que lleva 13 años.
"Si bien la sentencia de primera instancia que hace lugar a la demanda y ordena el desalojo data de abril del año 2016, dicha medida aún no se ha ejecutado debido a las reiteradas presentaciones efectuadas por asociaciones, legisladores, demandados y la Procuración General de la CABA solicitando la suspensión del lanzamiento, debido a la complejidad en su ejecución y las distintas situaciones sobrevinientes como la emergencia sanitaria", detallan fuentes del caso a Noticias Argentinas.
La fábrica perteneció a la empresa toallas Selsa que quebró en la década del 90' y luego el edificio, ubicado sobre la calle Santa Cruz 140, fue tomado por familias en 2004.
Desde hace varios años, gracias a la labor de los habitantes, el edificio cuenta con servicio de agua, luz y cloacas.
En 2010 las familias quisieron comprar el edificio, pero el mismo fue adquirido por el empresario hotelero, Leonardo Ratuschny, que fue hasta la Justicia e inició un juicio por desalojo.