Süleyman Aktaş, más conocido como "el asesino de los clavos", es un homicida turco que mató a un policía y a cuatro ancianos y a todos les martilló unos clavos en la cabeza.

Nacido en 1950 en Denizli, este sujeto padecía esquizofrenia, pero así y todo trabajaba como empleado en una empresa eléctrica de su país.

Allí resultó gravemente herido por unos cables de alta tensión de 31,5 mil voltios durante trabajos en la línea de Distribución Eléctrica.

Aktas asesinó al jefe de Policía Nuri Keskin en Antalya en 1986 porque el uniformado no le respondió cuando él le preguntó por una dirección.

El homicida fue detenido y trasladado al Hospital Psiquiátrico de Manisa después de que el tribunal dictaminara que padecía un trastorno mental. 

Sin embargo, allí permaneció durante cuatro años y medio hasta que fue dado de alta y regresó a su ciudad natal.

En 1994, tres años después de regresar, este hombre estranguló a sus cuatro vecinos ancianos Ayşe (65 años) e İsmail Güneş (66) y Rukiye (77) y Ramazan Kocatepe (78). A todos ellos les martilló clavos en los ojos y las cabezas.

En su declaración después de su detención, dijo: "No puedo soportar ver clavos. Quiero clavar clavos en la cabeza de la gente". 

Aktas fue internado con un diagnóstico de esquizofrenia paranoide, pero se escapó del hospital y luego fue capturado en la estación de autobuses.

Este sujeto fue visto públicamente por primera vez en el programa de rehabilitación del hospital en 2007, después de 12 años. 

El 28 de mayo de 2008 hirió al asesino de niños Ömer Yilmaz, tras golpearlo  en la cabeza con una piedra en el jardín de ejercicios del hospital donde había estado recluido en una sección especial durante 13 años. Yilmaz, que fue operado de la cabeza en un centro asistencial estatal cercano, sobrevivió al ataque. 

Aktas permaneció internado en ese hospital psiquiátrico hasta que murió en 2000, cuando tenía 50 años.