Un grupo de socios del Jockey Club de San Isidro reclama “declarar desierta” una licitación por el alquiler de 6 hectáreas de terreno y espacios bajo tribunas del hipódromo porque “adjudicarla podría ser una decisión ilegal e ilegítima”.

El presidente del tradicional club, Juan Mariano Villar Urquiza, avanzó con la convocatoria de la asamblea general extraordinaria, para el 29 de junio, a pesar de la falta de consenso. En las últimas horas se crearon grupos de WhatsApp y cadenas de mails dirigidos al presidente de la institución con el objetivo de que no avance con su plan. 

“Este hombre maneja nuestro casa como si estuviera en su empresa”, apuntó un socio a Noticias Argentinas bajo la condición de anonimato por temor a represalias.

Una carta circula desde hace una semana entre los socios con el título, “Mensaje importante a nuestros consocios del Jockey Club” para “solicitar su adhesión al pedido de declarar desierta la licitación por el alquiler del terreno de 6 has. y espacios en las tribunas del hipódromo de San Isidro”.

En el temario de la orden del día que promovió Villar Urquiza está el punto 2 que inquieta a los socios. “Ratificación de lo resuelto para la construcción y operación del proyecto denominado Paseo San Isidro con una propiedad de 6 hectáreas aproximadamente”, indica la solicitada con el contenido de la asamblea.

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“Compartimos con nuestros consocios nuestra posición respecto a la licitación por el alquiler de las 6 has. de terreno y espacios bajo tribunas del hipódromo de San Isidro”, señala el primer párrafo de la carta y abunda: “Consideramos que la citada licitación debe ser declarada desierta, ya que ninguna de las tres ofertas que se presentaron (Global Investments SRL, Jano's Group SRL y Service Trade SA) cumple con todos los requisitos del Pliego de Bases y Condiciones”.

Los socios unificaron una posición afirmando que “el crítico e incierto contexto político-económico de Argentina hace recomendable postergar operaciones inmobiliarias de esta envergadura y que involucren plazos largos, hasta que se supere esa situación”.

Por lo que “el riesgo de un proceso licitatorio que se malogre por cualquier causa, vinculada con las ofertas o con la elección del adjudicatario afectaría no solo el valor y la disponibilidad de todo el predio de San Isidro para otros proyectos, sino que también comprometería la imagen y la reputación del Jockey Club”, agregaron.

El responsable de Bardahl no imaginó la articulación de un sector de los socios que defienden el club, quienes invitan a los “consocios a acompañarnos con su firma, a fin de que la Comisión Directiva revea su posición, declare desierta la licitación” porque de lo contrario “adjudicarla podría ser una decisión ilegal e ilegítima”.