Un bebé es considerado prematuro cuando nació vivo antes de que se hayan completado 37 semanas de embarazo. Las categorías de recién nacidos prematuros, basadas en la edad gestacional, son prematuro extremo (menos de 28 semanas), muy prematuro (28 a 32) y prematuro entre moderado y tardío (32 a 37). En su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que más de 1 de cada 10 bebés nace antes de término, cifras que refrendan para nuestro país los especialistas, lo que refleja la gravedad de esta situación.

Entre los bebés prematuros, la tasa de mortalidad es de alrededor de 8 por cada 1.000 y está asociada, fundamentalmente, a las chances de recibir a tiempo cuidados necesarios, tales como la regulación de la temperatura corporal (con incubadora), la administración de medicación, el soporte ventilatorio y nutricional -con leche materna ni bien sea posible- y contacto piel a piel con la madre cuanto antes.

Del 13 al 17 de noviembre, se conmemora la Semana de la Prematurez, una oportunidad para concientizar sobre la prevención de los partos antes de término y de su adecuado y oportuno abordaje para contribuir a la supervivencia y desarrollo de los bebés.

“Como factores de riesgo para la prematurez, entre otros, se encuentran haber tenido un embarazo prematuro previo, enfermedades maternas como diabetes, hipertensión arterial, problemas a nivel placentario, restricción del crecimiento intrauterino, embarazo múltiple, el embarazo adolescente y el consumo de tabaco y drogas”, sostuvo la Dra. Carmen Vecchiarelli, médica pediatra neonatóloga, subjefa del Servicio de Neonatología del Sanatorio Otamendi.

Por lo tanto, para prevenir el parto prematuro, se vuelven fundamentales los controles prenatales, durante los cuales se pueden ir tomando las medidas necesarias. Específicamente, la OMS recomienda un mínimo de 8 citas con profesionales de la salud durante el embarazo.

El abordaje de esta problemática debe ser transversal, haciendo hincapié en la educación sobre el cuidado de la salud desde edades tempranas, con información acerca de la prevención del embarazo adolescente y de enfermedades de transmisión sexual, y la planificación familiar”, agregó el Dr. Andrés Schenquer, médico pediatra neonatólogo del Hospital de Niños ‘O. Alassia’ de Santa Fe y del Hospital de Niños San Roque de Paraná.

Respecto de los prematuros tardíos, el Dr. Schenquer explicó que por definición “son aquellos que nacen entre las semanas 34 y 36.6 de gestación; representan cerca del 80% del total de recién nacidos prematuros y entre el 25 y 30% de las internaciones en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales”.

Según agregó el especialista, son los ‘grandes simuladores’ porque -aunque se los consideraba ‘cuasi a término’- “presentan un grado de inmadurez que puede requerir controles preventivos de complicaciones como, entre otras, mal progreso de peso, succión débil, mala regulación de la temperatura corporal, bilirrubina elevada y apneas, daño neurológico, auditivos, visuales y problemas madurativos con consecuencias en el futuro, incluyendo problemas de aprendizaje, fracaso escolar, problemas de conducta y dificultades para la integración social”.

La nutrición del prematuro

“En la última década, la nutrición ha tomado un rol vital en el abordaje del bebé prematuro. Múltiples estudios han demostrado que administrar el soporte nutricional adecuado en el momento preciso, y en especial durante las primeras dos semanas de vida, se asocia al favorecimiento de un aumento de la masa cerebral y cerebelo, con mejor neurodesarrollo a largo plazo”, puntualizó la Dra. Vecchiarelli.

La lactancia materna es posible siempre. Los prematuros extremos tienen dificultades en la oralidad y puede resultar más compleja. Las estrategias de promoción de la lactancia desde los primeros días de vida y sostenidas a lo largo del primer año suelen ser exitosas. La presencia de la madre junto al niño y la posibilidad de acercamiento permanente favorecen notablemente el resultado.

Utilizar, cuando es posible, la leche materna desde el primer día es un estímulo nutricional, pero también neuroendócrino para ese intestino en desarrollo, y promueve la conformación de la microbiota, que -como el parto prematuro muy probablemente haya sido por cesárea y no natural- la colonización de bacterias benéficas como bifidobacterias y lactobacilos no comenzó de manera óptima.

Sobre este punto, el Dr. Schenquer subrayó que “en ocasiones, los procesos de internaciones prolongadas y las complicaciones mismas del niño, sumado al agotamiento materno pueden dificultar la lactancia exclusiva, siendo el gran objetivo  fomentarla, apoyarla y sostenerla; para eso, deben tomarse medidas desde las áreas de perinatología como el ingreso irrestricto de la familia y la madre para el acompañamiento y la extracción de leche, establecer salas de extracción con equipos adecuados, lactarios y bancos de leche, y especialistas que brinden apoyo interdisciplinario y psicológico a esas madres.

“Si, por algún motivo, el requerimiento calórico proteico del neonato a través de la leche materna no es suficiente, pueden usarse fortificadores de leche materna o recurrir a fórmulas especiales para prematuros, que brindan el aporte formulado y adecuado de nutrientes para su potencial de crecimiento y desarrollo”, añadió

Cuando lactancia materna no es una posibilidad, a partir de la evidencia científica disponible, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud del año 2022 recomiendan la administración de leches de fórmula, tanto para bebés prematuros como aquellos con bajo peso al nacer. Diversos estudios sugieren que la administración de las fórmulas especialmente diseñadas para sus necesidades nutricionales aumentaría la incorporación de nutrientes, su crecimiento y desarrollo neurológico] La cobertura de estas leches especiales está garantizada al 100% durante el tiempo que su administración sea necesaria, tal como está estipulado en la ley nacional N° 27.305.

“Esta ley debiera garantizar el acceso a la fórmula, tanto en el sector público como en el privado, en internación o externación del prematuro, y durante el tiempo que el profesional de la salud y el niño lo requiera y considere necesario, siempre con la adecuada presentación de la historia clínica y receta médica. Es muy importante que las familias lo sepan, para hacer valer su derecho a garantizar la mejor opción nutricional para sus hijos”, describió el Dr. Schenquer.

Dónde deben nacer los bebés prematuros

Para la Dra. Vecchiarelli, “es muy importante que el nacimiento de un bebé prematuro se dé en un establecimiento que cuente con la complejidad adecuada para brindar los cuidados que éste requerirá, en términos de equipamiento y formación de los profesionales de la salud”.

Para ello, agregó el Dr. Schenquer, “se requieren políticas públicas y privadas orientadas a desarrollar un sistema de regionalización para la atención de embarazos de alto riesgo y el abordaje precoz e integral del recién nacido prematuro en centros de alta complejidad. Son necesarios, además, recursos humanos cada vez más especializados, con formación continua y de calidad, donde se adquiera la capacidad de abordar en forma interdisciplinaria a cada niño para atender las complicaciones que pueda presentar”.

En ocasiones, inclusive durante la internación, algunos niños requieren el inicio inmediato de terapias complementarias como kinesiología, fonoaudiología, nutrición o estimulación temprana, por lo que el equipo de profesionales cuidando la salud y el desarrollo del niño o niña es amplio y multidisciplinario.

“Los equipos que atendemos en las Unidades de Terapia Intensiva de Neonatología estamos preparados para hacerlo. Reconocemos lo difícil que puede ser esta situación para los padres y su entorno, pero en esta semana de concientización, nuestro mensaje para ellos es que tengan tranquilidad, paciencia, confianza y la seguridad de que el bebé estará bien cuidado”, concluyeron los especialistas.

Decálogo de los Derechos del Prematuro

1. La prematurez se puede prevenir, en muchos casos, por medio del control del embarazo al que tienen derecho todas las mujeres.

2. Los recién nacidos prematuros tienen derecho a nacer y a ser atendidos en lugares adecuados.

3. El recién nacido prematuro tiene derecho a recibir atención adecuada a sus necesidades, considerando sus semanas de gestación, su peso al nacer y sus características individuales. Cada paso en su tratamiento debe ser dado con visión de futuro.

4. Los recién nacidos de parto prematuro tienen derecho a recibir cuidados de enfermería de alta calidad orientados a proteger su desarrollo y centrados en la familia.

5. Los bebés nacidos de parto prematuro tienen derecho a ser alimentados con leche materna.

6. Todo prematuro tiene derecho a la prevención de la ceguera por retinopatía del prematuro.

7. Un niño que fue recién nacido de alto riesgo debe acceder, cuando sale del hospital, a programas especiales de seguimiento.

8. La familia de un recién nacido prematuro tiene pleno derecho a la información y a participar en la toma de decisiones sobre su salud a lo largo de toda su atención neonatal y pediátrica.

9. El recién nacido prematuro tiene derecho a ser acompañado por su familia todo el tiempo.

10. Las personas que nacen de parto prematuro tienen el mismo derecho a la integración social que las personas que nacen a término.