Secta de Villa Crespo: uno de los denunciantes sufrió “amenazas y extorsiones”
Intromisiones en su usuario de ANSES, envío de documentación personal supuestamente extraída de organismos del Estado y mensajes para que destruya elementos de prueba, entre lo denunciado por Pablo Salum.
El denunciante y víctima de la secta de Villa Crespo conocida como Escuela de Yoga, Pablo Salum, sufrió una serie de “amenazas y extorsiones” que incluyeron el hackeo de claves informáticas y exigencias de destrucción de supuesto material de prueba incriminante para los detenidos.
Salum informó al juzgado federal a cargo de Ariel Lijo, quien tiene a su cargo la investigación, que le fueron enviados, a modo de intimidación, documentos y datos personales aparentemente obtenidos de organismos del Estado.
En ese contexto, Salum indicó que desconocidos accedieron a su usuario de ANSES y le cambiaron el password, imposibilitándole cualquier tramitación y obteniendo la información personal allí almacenada.
Además, dijo haber recibido mensajes exhortándolo a destruir videos en formato VHS con pruebas históricas sobre el accionar de la organización.
En la causa, se investiga una organización con ramificaciones en Uruguay y Estados Unidos dedicada a explotación sexual, trata de personas y defraudaciones varias, bajo el ropaje de una institución filosófica que preconizaba el mejoramiento espiritual de sus miembros.
Según describió el juez Lijo, “la práctica sexual era una herramienta para conseguir los objetivos económicos pretendidos por Juan Percowicz”, líder de la supuesta secta, un octogenario que también está detenido.
La coerción para las prácticas sexuales era trasmitida a los “alumnos” como “una forma de sanación” que servía “para controlar a los ‘yoes bajos’”.
Salum advirtió al juzgado, además, que los integrantes de la presunta secta que no están detenidos “estarían migrando” su forma de comunicación interna de Whatsapp a Telegram.
En el mismo contexto, advirtió sobre “movimientos” en uno de los domicilios allanados por el juez Lijo en el inicio de la investigación, como parte de ese supuesto rearmado de la organización.
Además de la veintena de detenidos en la Argentina, el juez Lijo dispuso el jueves la detención con fines de extradición de seis ciudadanos argentinos que registran domicilio en Estados Unidos.
Se trata de Verónica Ángela Iacono y Pablo Román Sinigaglia, con domicilio en Nevada; Gabriel Armando Sorkin, en Nueva York –quien “estaría a cargo de dos fundaciones: We are candor y Avanti Wellness-; María Beatriz Bugari, en Chicago; Sonia Marina Brufman, en Nueva York y .Gladys Norma Ciuccarelli.
A todos les imputa los delitos de “reducción a la esclavitud o servidumbre, trata de persona con fines de explotación sexual, lavado de dinero, ejercicio ilegal de la medicina y asociación ilícita”.
“Parte del dinero generado por la organización –dijo el juez- era invertido en la compra de bienes inmuebles” en Estados Unidos.
“Para adquirirlos contaban con el asesoramiento de los miembros de la organización que allí residían, quienes utilizaban sociedades y fundaciones constituidas en Estados Unidos (Avanti Wellness, CM1 Abasto y We are Candor) para llevar a cabo las operaciones.