La Justicia comenzó a investigar si Enrique Blaksley Señorans fue en realidad el líder de una banda que llevó adelante la estafa financiera más importante de la historia argentina, al frente de Hope Funds.

El empresario, detenido en la Unidad 31 de Ezeiza, escuchó allí la acusación.

Habría armado un complejo entramado de sociedades encabezado por la firma que presidía, Hope Funds, en donde se prometía convertir en ricos a distintos ahorristas que entregaban sus pesos, siempre de acuerdo con la acusación.

Para la Justicia federal, tras una investigación de la fiscal Alejandra Mangano y la jueza María Romilda Servini de Cubría, ese dinero era desviado a distintos paraísos fiscales con propiedades en Miami y Panamá. 

El perjuicio alcanzó los 1.500 millones de pesos: más de 300 víctimas lo denunciaron en la Justicia.

La imputación alcanzó a otras 15 personas y todos deberán desfilar por ante el Tribunal Oral Federal 4.

Federico Dolinkué era socio minoritario en Hope Funds y gerente administrativo.

El encargado de formar las sociedades en el exterior era Alejandro Miguel Carozzino.

La gerente comercial, Verónica Vega. 

Pablo Andrés Willa también fue señalado como integrantes del núcleo jerárquico del grupo.

Willa, abogado de profesión, había declarado como arrepentido tras ser detenido y tras dos indagatorias.

Fue el letrado original de Blaksley y los emprendimientos vinculados a Hope Funds tras conocer al empresario en 1998, un vínculo que duró 14 años, indica una información que publica Infobae.com

Pero en el entorno de Blaksley Señorans esperan que su defensa consiga probar a lo largo del juicio, que, en todo caso, fue un empresario financiero cuyo negocio terminó mal, pero que no cometió una estafa y, mucho menos, lavado de dinero.

La defensa de los imputados hizo su descargo en declaraciones que publicó el matutino porteño "La Nación".