A través de un comunicado, la Fundación El Libro confirmó que, de momento, no se realizará la 46ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que el año pasado ya había sido suspendidas por el aislamiento obligatorio producto de la pandemia.

“Conforme a los hechos de público y notorio conocimiento ocasionados por la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud, y teniendo en cuenta que nuestro país se ha hecho eco de las recomendaciones de ese organismo adoptando las medidas necesarias para la protección de la población", aseguraron desde la organización.

Y agregaron que se vieron "obligados a informar a la opinión pública, al mundo de la cultura y a sus expositores, que debido a estas razones de fuerza mayor que estamos atravesando, y como fiel acatamiento de las disposiciones legales pertinentes, debemos disponer el aplazamiento de nuestro tradicional evento . Dichos preparativos incluyen actividad y tránsito de más de un centenar de personas, y los tres días profesionales, de más de diez mil”. Se estima que se llevará a cabo el próximo año, con fecha a confirmar", dice en resumidas cuentas el comunicado de los organizadores de la Feria de Libro.

Según un estudio del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, el año pasado la Feria ha perdido 720 millones de pesos por la cancelación de la presencialidad. Además, el informe menciona que esto ha perjudicado a los trabajadores del evento y los expositores; estudios de arquitectura que diseñan los stands; empresas de higiene y seguridad; área gastronómica y de transporte; servicios bancarios; sector turístico (con ello, la hotelería) y empresas de publicidad. Ellos son los “factores en juego en su realización”, explica el IMFC. Es decir, si bien afecta a la actividad cultural, también complica a todo el que la rodea.

Oche Califa deja su cargo y buscan reemplazo

Hace una semana, el evento cultural confirmó en las redes sociales y a través de su página web que el Director Institucional y Cultural de la Fundación El Libro había dejado su puesto. A sus 65 años y con una gran trayectoria laboral, en la que ejerció también como periodista y editor, tomó la decisión de abandonar.  Tras su salida, la Fundación se encuentra en la búsqueda de un reemplazo, en un contexto complicado por la pandemia y sus postergaciones.