La Aduana realizó un operativo para trasladar 23 mil kilos de un precursor de drogas sintéticas, denominado metilamina, desde el puerto de Buenos Aires hasta la ciudad santafesina de San Lorenzo, donde se llevó a cabo su destrucción.

El cargamento, valuado en varios millones de dólares, había sido secuestrado en el mes de marzo, durante un procedimiento realizado adelante en conjunto entre la Procuraduría de Nacrocriminalidad (PROCUNAR), el Ministerio de Seguridad de la Nación y Aduana.

En consecuencia, y con el procedimiento realizado, se frustró el ingreso de precursores químicos para intentar fabricación a gran escala de drogas sintéticas.

La sustancia en cuestión sirve como precursora para la fabricación de las conocidas "drogas de diseño", que suelen ser utilizadas en fiestas nocturnas. Su destino más frecuente es la confección de metanfetaminas y éxtasis, aunque también es precursora de la efedrina.

Según la información brindada por los investigadores, la empresa importadora era una una firma con capitales extranjeros y de larga trayectoria en el rubro de la industria química y farmacéutica. Sin embargo, en los últimos años, había presentado problemas financieros que la llevaron a su quiebra,
por lo que fue adquirida por un nuevo directorio.

Al parecer, uno de sus últimos movimientos antes del cambio societario, fue la compra de los 23 mil kilos de metilamina, aprovechando la antigüedad y los permisos especiales ya otorgados para la importación, guarda y tratamiento de esa sustancia controlada.