En pocos días más llegará el día Reyes Magos y su celebración viene cargada de simbolismos. Con qué tiene que ver su historia y la relación con el día del astrologo que coincide con la fecha del seis de enero, es la historia de esta nota.

Es a partir del siglo XX que, la comunidad astrológica empezó a considerar la historia de los Reyes Magos y la Estrella de Belén como una representación simbólica del Día del Astrólogo, dado que los Reyes Magos eran figuras asociadas con la astrología como magos, astrólogos y sacerdotes persas que se guiaban por la observación del cielo comienza a desarrollar el tema una astrologa relacionada a estas temáticas.

La historia de los Reyes Magos y la Estrella de Belén es una fascinante combinación de tradición religiosa, simbolismo y observaciones astronómicas. Según la tradición cristiana, los Reyes Magos, eran sabios astrólogos que llegaron para adorar al niño Jesús, guiados desde el Este por la Estrella de Belén. Aunque los Evangelios no especifican sus nombres ni el número exacto, existe una suposición incuestionada de que los Magos eran individuos reales que llevaban regalos reales de oro, incienso y mirra.

 A partir del siglo XX que, la comunidad astrológica empezó a considerar la historia de los Reyes Magos y la Estrella de Belén como una representación simbólica del Día del Astrólogo. Foto: Agencia Noticias Argentinas/ Galaxia Pexels.
A partir del siglo XX que, la comunidad astrológica empezó a considerar la historia de los Reyes Magos y la Estrella de Belén como una representación simbólica del Día del Astrólogo. Foto: Agencia Noticias Argentinas/ Galaxia Pexels.

En el Evangelio de Mateo se los llama “mágoi”, término griego que hacía referencia a los sacerdotes persas que eran conocedores de la astrología. Así, los “magos” se guiaron por la Estrella de Belén, que interpretaron como un presagio del nacimiento de un rey. Esta historia ha cautivado a creyentes y estudiosos, inspirando teorías sobre los eventos celestiales que podrían haber dado origen a esta tradición.

No obstante, la astrología era una práctica afianzada desde milenios antes. En la antigua astrología mesopotámica, los cuerpos celestes eran considerados también símbolos divinos y cuando ocurrían fenómenos celestiales, como la aparición de una estrella o la conjunción de planetas, eran señales cargadas de significado que identificaban los eventos cósmicos como augurios de cambios importantes para la humanidad.

“Los escritos de Ptolomeo, uno de los grandes astrónomos de la antigüedad, explican que una conjunción de las tres plantas superiores -Marte, Júpiter y Saturno- era suficiente para marcar el nacimiento de un gran rey”, explica Soledad Davies, fundadora y directora de PsicoCymática, el centro de estudios avanzados en Astrología. “Por lo que algunos estudios apuntan a que la Estrella de Belén, más allá de su simbolismo religioso, podría haber sido un evento celestial”, agrega Soledad.

Descubrimientos como tablillas de arcilla mesopotámicas, fechadas en el año 8 a.C., documentan la observación de estas conjunciones, indicando que los astrólogos de la época tenían un conocimiento detallado de estos eventos. En el año 7 a.C., Júpiter y Saturno comenzaron a acercarse, siendo visibles justo antes del amanecer durante el equinoccio de primavera. Hacia finales del año, Marte se unió a esta alineación, creando una agrupación de los tres planetas superiores que no había ocurrido desde el año 802 a.C.

En el siglo XVII, Johannes Kepler, reconocido astrónomo, físico y matemático alemán, sugirió que la Estrella de Belén podría estar relacionada con una rara conjunción de Marte, Júpiter y Saturno que él mismo observó en 1603, período que coincide con la reforma teológica que desmembró el cristianismo entre católicos y protestantes.

Asimismo, esta triple conjunción, históricamente asociada a grandes cambios políticos y religiosos, también tuvo lugar en el 2020, año que mundialmente se identifica con cambios económicos, sociales y políticos en torno a la pandemia del COVID-19, plantea Davies.

Lo cierto es que, ya sea que se trate de un milagro o de un evento astrológico, este relato refleja cómo las culturas antiguas buscaban significado en el cielo, conectando los fenómenos cósmicos con los grandes acontecimientos de la humanidad. Incluso hoy en día, esta tradición sigue siendo un recordatorio de cómo los misterios del universo han inspirado las narrativas más poderosas de nuestra historia.