Antes de que finalice la Semana Mundial de la Lactancia Maternal (del 1 al 7 de agosto), que este año tiene el lema “Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!”, NA dialogó con diversas especialistas de Salud para conocer los beneficios de la leche materna y debatir sobre los principales desafíos para lograr establecer y sostener la lactancia una vez que las mujeres y personas gestantes regresan al trabajo.

La Semana Mundial de la Lactancia Materna es promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, entidades públicas y asociaciones civiles, originada en 1990, año en el que se unieron 120 países en favor de la madre y los bebés. Entre los derechos esenciales que defiende la promoción de la lactancia, este año destaca la licencia de maternidad durante un mínimo de 18 semanas –aunque es preferiblemente más de 6 meses y se recomienda hasta los 2 años la lactancia complementaria-, y un espacio en el lugar de trabajo para amamantar posteriormente.

En la actualidad, la Argentina cuenta con un marco regulatorio que busca proteger, fortalecer y acompañar el cuidado integral de la vida y la salud (Ley N° 27.611/2021), promover y concientizar acerca de la lactancia materna (Ley N°26.873/2013) y proteger el derecho de los padres y la persona recién nacida (Ley N° 25.929/2004).

De acuerdo a lo conversado con Cecilia Bastón, médica pediatra, Coordinadora de Internación conjunta del Sanatorio Otamendi y miembro de la junta ejecutiva del comité de lactancia de la Sociedad de Pediatría, la razón más común porque las mujeres y personas gestantes no amamantan o dejan de hacerlo antes de los seis meses (el tiempo mínimo recomendado por las OMS) son por las limitaciones encontradas en los lugares de trabajo.

“Las familias no deberían tener que enfrentarse a la decisión entre amamantar a sus hijos y trabajar. Es necesario brindar apoyo a la lactancia sin importar el lugar de trabajo, el tipo de trabajo o el sector en el que se encuentren”, entiende y asegura:“Amamantar a los bebés es muy importante porque les provee un alimento ideal con todos los nutrientes para todas las etapas de la vida y los ayuda a crecer fuertes y sanos. Además, contribuye a mejorar la salud de las poblaciones para el futuro”.

En nuestro país, la Encuesta Nacional de Lactancia de 2022 del Ministerio de Salud, reveló que la lactancia exclusiva se mantiene a los 2 meses en un 53,5% y muestra un número similar en el grupo de 4 meses (49,5%). No obstante, esta disminuya a los 6 meses, donde sólo el 44,7%, esta última es lo recomendado por la OMS.

“Es fundamental contar con de la protección gubernamental y la protección frente a prácticas comerciales abusivas, del sector de salud, de los empleadores y de la comunidad. El objetivo central es empoderar a las familias logrando entornos favorables para lograr un equilibrio entre el trabajo y la lactancia”, reafirma Baston.

Lactancia materna y regreso al trabajo: ¿existen espacios seguros que la promuevan?

Trabajo interdisciplinario para el sostenimiento de la lactancia

En relación a los actores sociales que intervienen en la promoción y en el verdadero éxito de la lactancia, Agustina Salerno, puericultora miembro de AMME Salud, asegura que, además de las puericultoras como el resto de los profesionales de la salud asociados al embarazo y al puerperio, “la sociedad en su conjunto juega un rol muy importante en acompañar, en no juzgar y en brindar espacios seguros y adecuados a las mujeres y personas gestantes para que puedan sostener la lactancia”.

Para que la lactancia logre establecerse y sostenerse en el tiempo, también considera que “es muy importante que haya más políticas que acompañen” y que “las licencias por maternidad y paternidad sean más extensas”.

 “Es fundamental que en los espacios laborales existan lactarios, es decir, un lugar donde la mujer se pueda sacar leche tranquila y que no sea en un baño ni en la cocina, que además exista un lugar para guardar esa leche y que cuente con el tiempo que le corresponde para así poder sostener esa lactancia. Muchas veces las mujeres que amamantan tienen que cortar su lactancia por la complejidad de su continuidad durante las horas de trabajo”, afirma Salerno.

En esta línea, la especialista destaca la iniciativa llamada “Espacio amigo de la lactancia materna”, orientado a empresas y destinado exclusivamente a las madres que trabajan y que se encuentran amamantando. “Este lugar es exclusivamente para que la madre se pueda extraer la leche de forma cómoda, de forma privada y de forma higiénica durante su jornada laboral. Pero, al momento, la mayoría de las empresas no cuentan con ese espacio”.

¿Cuáles son los principales beneficios de la lactancia materna?

La lactancia materna tiene múltiples beneficios tanto para la madre como para el niño y, al mismo tiempo, para la familia y la economía en general.

Entre los beneficios para la madre, la nutricionista Florencia Cisneros miembro del equipo interdisciplinario de AMME Salud, resalta “la expulsión de la placenta de manera más fácil luego del parto en relación con aquellas madres que no amamantan, además se produce un menor sangrado y una más rápida recuperación del útero. También beneficia la recuperación del peso luego del embarazo, ya que la lactancia consume aproximadamente 500 calorías por día; facilita el vínculo madre-hijo por la conexión que se genera en ese momento de edad de amamantar, y reduce el riesgo de desarrollar un cáncer”.

Cuando hablamos de los beneficios que se generan para el niño o niña, Cisneros recuerda que todos los menores que son amamantados “tienen menos riesgo de contraer enfermedades. La composición de la leche materna está preparada exclusivamente para responder a las necesidades de ese bebé. Reduce también el estreñimiento y los cólicos que suelen presentarse bastante a menudo, existe una disminución también en el riesgo de alergias y, al mismo tiempo, ayuda a la prevención de la obesidad en el futuro".

En relación al impacto de la lactancia materna en el aspecto económico, indica que se reduce el gasto en leches de fórmula y en la compra de todos los elementos que se requieren, como son las mamaderas y los esterilizadores, entre otros.

- Para quienes no pueden dar el pecho (o no lo desean), ¿qué alternativas existen?

En relación a las mujeres que no desean dar el pecho o no pueden dar el pecho existen alternativas con fórmulas infantiles que son leches que se producen a partir de la leche de vaca, la cual es sometida a ciertas modificaciones y se le agregan ciertos nutrientes con el objetivo de parecerse un poco en la composición a la leche materna. Si bien la leche materna tiene composición única y cada vez se van descubriendo más componentes que posee, lo que tratan de hacer con estas fórmulas es imitar más o menos en su composición y tratar de responder también a las demandas nutricionales de los niños.

En todo momento, el trabajo interdisciplinario es fundamental. Puntualmente, desde la mirada nutricional, me parece importante destacar que el acompañamiento en este sentido es fundamental desde el momento previo a la búsqueda de un embarazo, como para que podamos revisar el estado nutricional de esa persona y podamos asegurarnos que se estén aportando todos los nutrientes que sean necesarios para poder llevar a cabo un embarazo saludable, por supuesto durante los 9 meses de gestación y, luego de parir para acompañar el establecimiento y sostenimiento de la lactancia, ya que implica un gasto extra de energía y es necesario que se vaya siguiendo de cerca desde la mirada profesional.

¡Hagamos que la lactancia materna y el trabajo funcionen!

  • Más de 500 millones de mujeres trabajadoras no cuentan con la protección esencial de la maternidad en las leyes nacionales
  • Solo el 20% de los países requieren que los empleadores proporcionen a las empleadas descansos pagados e instalaciones para amamantar o extraer leche. 
  • Menos de la mitad de los infantes menores de 6 meses de edad son amamantados de forma exclusiva.