Diarios de Chile, México, Perú y Uruguay hacían punta este jueves con la información del caso policial que estremeció a la Argentina entre el lunes y estas horas, dado por el secuestro de una niña.

El más expresivo resultó Jornada.com de México con su título: "¡De terror!".

La exclamación viene a cuento de las imágenes de las cámaras de seguridad ferroviarias, cuando muestran a la niña llevada por su captor.

Como se recordará, se los pudo detectar en las estaciones Liniers y Castelar, donde subieron y bajaron de una formación en su trayecto hacia el oeste del conurbano.

Según se informó, el tren "se descompuso" en la segunda estación situada en el partido bonaerense de Morón, por lo que allí fue "cortado" ese servicio, que normalmente llega a Moreno, aunque también existen desde siempre los trenes "locales", que hacen Once-Castelar.

 El centenario diario El Comercio del Perú presenta la información con el cable de la agencia de noticias española EFE.

"La noticia supuso un alivio para la familia, que durante los tres últimos días realizó cortes en la carretera junto a los vecinos del barrio para reclamar por la pronta aparición de la menor", consignan sus páginas. 

 Entretanto, Gabriela Romo Pontiggia firma para El Dínamo de Chile.

La corresponsal de ese medio trasandino destaca que la niña fue rastreada por aire y tierra, impresionada por el enorme operativo que se puso en marcha con el correr de las horas y que sentó su cuartel general en General Rodríguez, un punto situado a pocos kilómetros de donde el malhechor fue finalmente hallado.

 Informes de inteligencia daban cuenta que el individuo solía frecuentar los partidos de Moreno-Rodríguez y Luján, en la franja oeste del conurbano.

Coherente con esa línea, deambulaba por barrios del oeste capitalino, como Parque Avellaneda -donde prepetró el secuestro- y Liniers, aunque también fue visto por Almagro, esto cerca del exacto centro geográfico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, situado en Caballito.

 El Mundo de Uruguay define como "Carlitos" al sujeto de apellido Savanz, quien fue el secuestrador de la menor.

Y cita declaraciones de la mamá de Maia: ”Yo le permití ir a cambiar la bicicleta; ella se había encariñado con este hombre. Él jugaba siempre con ella adelante mío, no sé qué se me dio por darle permiso, había afirmado la mujer, de nombre Stella, a la prensa".